La Revolución Mexicana, semillero de grandes creaciones literarias

De la comedia en Ibargüengoitia a la crudeza de los relatos de Campobello, las gestas de personajes, conocidos o anónimos, de la insurrección quedaron plasmadas en una gran variedad de textos que las analizan y describen desde la literatura, la academia y la historia

2519

De 1910 a 1921 se suscitó en el territorio nacional un acontecimiento de grandes dimensiones. A este aciago episodio que comenzó con un conflicto armado se le denominó Revolución Mexicana.

El ánimo del pueblo experimentaba gran incertidumbre como resultado de las diferencias económicas originadas durante la dictadura de Porfirio Díaz. Al final del periodo porfirista el pueblo mexicano lidió con grandes dificultades de índole económico, social y cultural. El régimen estaba rebasado, el presidente era un anciano de ochenta años. Porfirio Díaz heredó una hacienda pública en quiebra, las deudas eran incalculables.

En medio de todo este caos político, se abrió una gran brecha social, la desigualdad era latente, con la creación de los latifundios y el despojo de las tierras a los campesinos. La pluma de grandes autores hizo eco de la situación que afectaban de manera directa al pueblo, es decir a la clase más vulnerable.

Foto: Abraham Aréchiga

Un autor obligado por hablar de ello, de la clase más baja de la sociedad, fue Mariano Azuela. Siendo médico de profesión, formó parte de la facción de Francisco Villa. En 1915 escribió la novela Los de abajo. El relato es el reflejo de sus vivencias, los personajes son caracterizados por su fiereza y brutalidad al tomar las armas, nada los detiene y aún frente al espejismo de la muerte luchan sin cuartel con la única esperanza de encontrar justicia a sus reclamos.

“!Qué chasco amigo mío, si los que venimos a ofrecer todo nuestro entusiasmo, nuestra misma vida por derribar a un miserable asesino, resultásemos los obreros de un enorme pedestal donde pudieran levantarse cien o doscientos mil monstruos de la misma especie!… ¡Pueblo sin ideales, pueblo de tiranos!… !Lastima de sangre!», escribe el autor originario de Lagos de Moreno.


En los tiempos de Nellie Campobello la escritura era considerada una actividad intelectual sólo para los hombres. Pero ella no tuvo empacho para hablar de lo que vivió en carne propia: la lucha armada.

Varios libros de su autoría abordan esa temática, uno de ellos es Cartucho. Relatos de la lucha en el norte de México (1931). Se trata de una obra compuesta por 56 estampas escritas de manera cruda y realista.

Foto: Abraham Aréchiga

En el texto, las charlas entre niños y los juegos se entrelazan con la cruda realidad, tanto que hablar de los restos humanos de un combatiente era algo “normalizado”.

Nacida en 1910 en el norte del país vivió de manera cercana las batallas y los despojos. “Le contamos a mamá que habíamos visto las tripas de Sobarzo. Ella también las vio por el puente de fierro”.


Por último, la comedia también está presente en el tema de la Revolución Mexicana y de la autoría de Jorge Ibargüengoitia podemos leer Los relámpagos de agosto, a manera de una ingeniosa sátira, en que se describen las andanzas del fallido general José Guadalupe Arroyo.

Fue la primera novela que publicó Ibargüengoitia y con ella obtuvo el Premio Casa de las Américas en 1964.

Foto: Abraham Aréchiga

“Fue entonces cuando empezó mi segunda racha de desventuras y se descubrió que si bien Melitón Anguiano había sido un fantoche y Pérez H. era un fantoche, yo también era un fantoche”

Las tres obras se encuentran disponibles en las Red de Bibliotecas de la UdeG, consulta el catálogo en línea: https://wdg.biblio.udg.mx/index.php/catalogos-linea

TEXTO: María Gregoria González Espinosa

MÁS LIBROS

Otras publicaciones que exploran el tema y que siguen siendo una fuente inagotable de información desde las perspectivas académica, biográfica y sociocultural, podemos ubicar los siguientes.

Publicado por el Fondo de Cultura Económica (FCE) en 1960, Breve Historia de la Revolución Mexicana, de Jesus Silva Herzog Flores, sigue siendo uno de los libros más aclamados en el tema de la Revolución mexicana. Uno de los motivos es que la obra, ordenada y balanceada, privilegia el análisis ideológico y sociopolítico por sobre la tradicional historia militar. Así como ofrecer paisajes como el siguiente:

“Cualquier observador externo de las fastuosas fiestas con las que el Presidente Profirio Díaz celebró el centenario de Independencia de 1910, quedaría convencido de la fortaleza y la estabilidad de ese régimen. Pocos percibieron las fisuras y menos aún las poderosas inconformidades que agitaban bajo la superficie”.


Mientras que en las páginas de Historias desconocidas de la Revolución Mexicana en El Paso y Ciudad Juárez, David Dorado Romo hace un recorrido de treinta años cruciales en la vida de dos ciudades hermanas, protagonistas de episodios decisivos en la caída del Porfiriato y los ini­cios de la Revolución.

David D. Romo nació en San José, California en 1961 y es descendiente de mexicanos. Es ensayista, historiador, traductor y músico. Historias desconocidas de la Revolución fue premiado por Texas Writers League Violet Crown, la Western Literature Association Thomas J. Lyon, la West­ern Writers of America, la Border Regional Library Association, la asociación Latino Literacy Now y la Thomas Branigan Memorial Library.

TEXTO: Ruth Arechiga (Periodismo / CUCiénega).

Artículo anteriorPersonal administrativo y sus familiares se gradúan del Proulex
Artículo siguienteCUNorte pide respeto a la autonomía universitaria