Abogado por la Universidad de Guadalajara, sacerdote, profesor, cronista, editor, amante de los libros; Tomás de Híjar Ornelas fue reconocido con el Homenaje al Bibliófilo José Luis Martínez de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).
José Trinidad Padilla López, director de la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco Juan José Arreola, describió la bibliofilia como un sentimiento subjetivo “por el olor de los libros, su letra, sus formas, las texturas, por lo que algunos nos consideramos fetichistas de los libros”.
En la presentación del homenajeado, Sergio López Ruelas, director del Sistema Universitario de Bibliotecas de la Universidad de Guadalajara, hizo un recorrido por la bibliofilia y reflexiones de Tomás de Híjar en torno a su pasión: la letra escrita.
“Y me parece fantástico pensar –reflexionó el propio presbítero-, que somos la única especie animal que es capaz de escuchar las voces del pasado precisamente gracias a los libros”, relató López Ruelas.
Describió al homenajeado como un sabio dedicado a tiempo completo a los libros, al sondeo profundo del conocimiento, que “no vive en una casa, vive en una biblioteca que funciona como casa. Los libros y documentos lo han cubierto todo”.
En una época de la vida del abogado universitario, llegó a tener hasta 30 mil volúmenes, y “ahora conserva un poco más de la mitad, que al reproducirse y triplicarse lo amenazaron con expulsarlo”, amenaza que corrió a cuenta de quien le impulsó a su pasión lectora, su abuela Bartola Herrera Bolaños.
Para el director del Sistema Universitario de Bibliotecas de la Universidad de Guadalajara, Híjar Ornelas define así la lectura: “Puede parecer una actividad sedentaria, pero en realidad nos devuelve la condición nómada y andariega de las buenas historias”, que nos lleva a “hacer camino a leer”.
Tras la recepción del reconocimiento, Tomas de Híjar Ornelas dijo que eso le comprometía a devolver a su alma mater lo que de ella recibió: el conocimiento a través de su biblioteca.
“Quisiera que la Universidad de Guadalajara acoja mi biblioteca desde este momento y para que ésta no corra la suerte de tantos acervos, que hemos visto se dispersan cuando el que los reunió ya no está en condiciones de usar”, anunció el galardonado.
Explicó como a lo largo de su vida reunió su colección “con caudales mínimos y a lo largo de muchos años he formado un acervo bibliográfico, no ínfimo, salido casi todo de baratillos, librerías de viejo y ventas de ocasión con pocos centavos, aunque con una curiosidad enorme y desmedida, perseverancia y el buen ojo que sobre la marcha se adquiere”.
Reconoció a los 21 bibliófilos que lo precedieron. “No paso de ser eso que de sí mismo dijo el Obispo de Chatres, Juan de Salisbury, en su tratado ‘Metalogicum’: ‘no somos sino enanos colocados en hombros de gigantes'», concluyó.
Tomás de Híjar nació en Guadalajara en el año de 1966 y creció en la colonia Atlas. Cursó sus estudios universitarios en la ex Facultad de Derecho de la Universidad de Guadalajara de 1984 a 1989. Concluidos sus estudios en 1990 ingresó al Seminario Conciliar de Señor San José de Guadalajara donde cursó el bachillerato en Filosofía.