Complicado el panorama económico de México, advierten especialistas

El país registra una desaceleración desde junio de 2021 y existe el riesgo de recesión

1739
Foto: Abraham Aréchiga

México atraviesa por una etapa complicada de su economía, con un proceso de desaceleración que durará muy probablemente hasta 2023, afirmó Antonio Ruiz Porras, coordinador del Doctorado en Estudios Económicos, del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA).

La desaceleración se registra desde mediados del año pasado y existe un riesgo de recesión económica, dijo el académico durante una rueda de prensa virtual para analizar las tendencias y desafíos de la economía mexicana.

El que la economía mexicana esté en recesión implicaría, en términos prácticos, problemas de producción y empleo, añadió.

Explicó que para promover el desarrollo económico son necesarias políticas contracíclicas que estimulen la producción y el empleo, fortalecer las instituciones, instrumentar políticas sanitarias consistentes en materia de salud; y en el caso particular de Jalisco, reorientar prioridades del gasto público y apoyar a los servicios y la industria.

Ruiz Porras dijo que entre los desafíos se encuentran reducir rezagos de pobreza, producción, ocupación y empleo, a largo plazo.

El coordinador de la licenciatura en Economía del CUCEA, Clemente Hernández Rodríguez, explicó que en toda la década de 2010, hasta antes de que empezara el sexenio del actual gobierno federal, el promedio de crecimiento fue de 2.6 por ciento anual, y el crecimiento esperado para 2022 no alcanza ni siquiera el promedio que se tenía previo al inicio del actual sexenio.

Recordó la década perdida de Latinoamérica, en los años 80, cuando el crecimiento económico prácticamente quedó anulado o ralentizado. “Pues parece ser, tristemente, que el sexenio se va a tener que considerar económicamente perdido, ya que probablemente cuando termine estaremos en los niveles de 2018. Es decir, vamos a volver a niveles prepandemia, hasta que acabe el sexenio”, subrayó.

Una fuerza que afecta al motor esencial de la economía mexicana es el consumo, dijo Hernández Rodríguez, que representa casi tres cuartas partes del total de la actividad económica; pero la inflación a precios crecientes afecta el consumo y no se espera que la inflación se estabilice.

No todas son malas noticias, pues el sector exportador podría verse beneficiado por un posible enfrentamiento Estados Unidos de América-China; entonces, EUA podría recurrir a la proveeduría mexicana, y esas son buenas noticias sobre todo para Jalisco en el sector de la electrónica; además, el crecimiento económico del estado podría ser un poco mayor al del resto del país.

El director de la División de Economía y Sociedad y coordinador de la Plataforma Economía de Jalisco (PLEJ), Antonio Sánchez Bernal, detalló que cada año esta plataforma tiene un lema diferente, y el del actual 2022 es “Jalisco por la resiliencia económica”.

Habló de la importancia de una economía resiliente, que se distingue por su capacidad de resistir, de minimizar adversidades, de sobreponerse a las múltiples crisis y reveses, de aprender de las experiencias de las fuerzas de cambio, de adaptarse a las nuevas realidades, de evolucionar de forma sostenible y de prevenir futuras catástrofes.

La PLEJ es un programa que forma parte de las estrategias del CUCEA Smart Campus, que tiene como propósito ser un espacio abierto que difunde datos e información con sustento académico.

Además, genera y transfiere conocimiento sobe diversas problemáticas de índole socioeconómica de Jalisco para la consulta, el encuentro, la discusión académica y la toma de decisiones con impacto social; y la generación de soluciones para hacer frente a retos que los jaliscienses afrontan.

El académico dijo que los módulos de la PLEJ pueden ser vistos en la dirección electrónica https://economiajalisco.cucea.udg.mx/

Artículo anteriorUdeG firma convenio con el Instituto Jalisciense de Salud Mental
Artículo siguienteInvitan a los biólogos a involucrarse más en la educación para el desarrollo sostenible