El Museo de las Artes (MUSA) y el edificio de Rectoría General de la Universidad de Guadalajara (UdeG), se suman a la conmemoración por el Día Internacional de la Mujer.

La luz de color morado en la fachada de ambos recintos universitarios podrá observarse a partir de las 19:00 horas y hasta las 3:00 horas.

Con dicha tonalidad en el exterior y visible para todos, el MUSA y edificio de Rectoría se unen a la conmemoración de la fecha designada para recordar la lucha por los derechos de las mujeres.

Históricamente, el color morado ha sido asociado con los esfuerzos y avances en materia de igualdad de género. Se utilizó por primera vez como símbolo en el movimiento sufragista en Reino Unido, a inicios del siglo XX.

Foto: ComSoc. UdeG

UdeG, a la vanguardia en reeducación de género

La Universidad de Guadalajara (UdeG) ha asumido su vocación transformadora al abanderar procesos de reeducación en violencia de género e igualdad, un asunto de importancia mundial para lograr cambios sociales, afirmó Érika Adriana Loyo Beristáin, jefa de la Unidad para la Igualdad de la Red Universitaria.

Durante su participación en la mesa de diálogo “Las políticas institucionales para atender el hostigamiento y acoso sexual en las instituciones de educación superior”, organizada por el Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), Loyo Beristáin aseguró que la reeducación es el inicio para que la comunidad sea distinta y mejor.

“Entendemos, desde la Universidad, que la igualdad vertebrada por los feminismos es un proceso civilizatorio de la mayor importancia en el mundo, y queremos entrar a ese proceso desde la propia convicción y vocación de la UdeG que es transformarnos, reeducarnos, aprender constantemente para ser diferentes, distintos y mejores”, declaró. 

La coordinadora de la Cátedra Unesco Igualdad y no Discriminación, Teresa González Luna, aseguró que los poderes públicos tienen obligaciones concretas y específicas en temas de no discriminación, lo que significa que no se pueden hacer “de la vista gorda” y permitir conductas que vayan en contra de este principio.

Ante esto, la UdeG debe de enfrentar y atender este derecho a la no violencia, no sólo referida a la violencia de género como el acoso y el abuso, sino también en las relaciones cotidianas que se generan en los espacios universitarios y en los que “hay que empezar a transformar y cambiar para tener relaciones igualitarias”, declaró.

“No basta con las legislaciones, con protocolos formales; hacen falta acciones concretas, porque hay resistencia en las instituciones, pues conllevan cambios en los procedimientos, en las rutinas, ajustes y transformaciones para mover las creencias”, aseguró.

Foto: Iván Lara

Pandemia agudizó el trabajo no remunerado de las mujeres: académicas de UdeG

En el marco del 8M, Raquel Partida Rocha, profesora del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI, Nivel I), participó en el conversatorio “Post-pandemia: género y cuidados”, sobre las afectaciones que tuvo la pandemia en las mujeres, sobre todo en las tareas no remuneradas como los cuidados en el hogar.

“En la post-pandemia realizamos, en la Red Iberoamericana de Investigación en Trabajo, Género y Vida Cotidiana (Tragevic), una encuesta a mil 455 personas de toda Iberoamérica, sobre cómo se distribuyeron las tareas del hogar durante la pandemia del COVID-19, (…) Y en todos los países se vivió exactamente el mismo patrón: el sistema hizo que todas las actividades recayeran hacia las mujeres”, declaró la investigadora.

Liliana Castañeda Rentería, investigadora del Centro Universitario de la Ciénega (CUCiénega), habló de cómo los cuidados de la mujer, sin tener una retribución, se les considera como “amor” y que han sido parte de las prácticas sociales, necesarias para que las puedan considerar “buenas madres”.

“El Estado debería garantizar el buen cuidado de todas y de todos, (…) sin asumir que es una obligación de las mujeres. Necesitamos reflexionar esta organización para que no sea necesaria otra pandemia para replantear la palabra cuidado”, afirmó.

Elia Marúm Espinosa, académica e investigadora del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), aseguró que la pandemia vino a agravar la violencia y la discriminación hacia este sector, lo que trajo también una serie de presiones adicionales que repercutieron en su salud mental.

Foto: ComSoc. UdeG

Katia Lozano, investigadora del CUCSH, recalcó la desigualdad laboral: “Durante la pandemia, 54 por ciento de los puestos perdidos en nuestro país fueron de mujeres, (…) y el tempo de trabajo no remunerado aumentó una hora al día para ellas”, dijo.

Otros datos de Soraya Santana Cárdenas, investigadora del Centro Universitario del Sur (CUSur), apuntaron que, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo de 2019, los hombres dedicaban a la semana 15.2 horas de trabajo no remunerado, mientras que las mujeres dedicaban alrededor de 39.7 horas. “Si todo regresa a como era antes de la pandemia, no aprendimos nada y no habrá una nueva normalidad, no queremos más una normalidad con patriarcado”, expresó.

Antonia Minerva Muñoz Rodríguez, investigadora del Centro Universitario de la Costa (CUCosta), compartió la experiencia que vivió en Puerto Vallarta, donde los juzgados estuvieron cerrados durante la pandemia, lo que abonó a que los casos de la violencia intrafamiliar aumentaran.

Rosa Rojas Paredes, académica e investigadora del CUCEA, dijo que la ausencia de ingresos empeoró el panorama para aquellas mujeres que se hacen cargo de adultos mayores.

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