En pequeñas comunidades donde el agua es escasa, las plantas de tratamiento de aguas residuales representan una inversión económica considerable. Pero una alternativa a esta necesidad podría encontrarse con un poco de sustrato, luz, algunos microorganismos y con ayuda de las plantas.
Aldo Antonio Castañeda Villanueva, profesor investigador del Centro Universitario de los Altos (CUAltos), explica que en los últimos años se ha desarrollado tecnología que sirve como alternativa a las plantas de tratamiento convencionales.
Se trata de los humedales artificiales, una tecnología útil para pequeñas poblaciones y que ya ha mostrado buenos resultados en comunidades de la Región Altos e incluso en poblados aledaños al Lago de Pátzcuaro, en Michoacán.
“Hemos buscado alternativas que puedan ser más viables, sobre todo para poblaciones rurales, para municipios que tienen recursos limitados. Es el caso de los Humedales Artificiales, que básicamente emulan las funciones que naturalmente hace un humedal”.
Castañeda Villanueva comparte que las plantas de tratamiento convencionales canalizan el agua y la bombean a otro punto, donde se emplea maquinaria especializada debido a las características abrasivas de los líquidos residuales.
Añade que los métodos convencionales aún son viables para grandes ciudades debido al volumen de aguas que manejan. Sin embargo, en casos más pequeños los humedales artificiales requieren menos energía, menos mano de obra técnica calificada y un menor número de medios artificiales para purificar el líquido.
“No requieren espacios grandes a diferencia de las plantas convencionales. Son sistemas que funcionan con plantas de la región”.
El investigador recuerda que este tipo de tecnología la han implementado desde hace 15 años en Arandas, en la comunidad de Manuel Martínez Valadez. Ahí se instaló una de estas plantas de tratamiento alternativas que hasta ahora ha requerido mantenimiento cada dos años.
“Son plantas macrófitas que se dan en lugares donde hay agua estancada, pero es necesario trasplantarlas y usar un poco de ingeniería para conocer las dimensiones del humedal y las tuberías necesarias”.
También destaca que este tipo de modalidades de plantas de tratamiento podrían usarse en escuelas y centros universitarios, por lo que se trata de una oportunidad ecológica que podría llevarse a cabo para abonar a las iniciativas sustentables de las instituciones.