Si los ladrilleros ubicados en la periferia de la ciudad y los camioneros de autobuses urbanos y foráneos, al igual que los automovilistas que se ven obligados a realizar la verificación vehicular, opinaran, tal vez dirían lo siguiente: ¿la quema de tres toneladas de estupefacientes no es contaminación?
Esta quema la realizarán cada mes en el club cinegético de Venta del astillero, según afirmó el delegado de la Procuraduría General de la Republica, Jaime Rodríguez Aguilar, en un noticiero televisivo.
Anunció también la presencia del gobernador Francisco Ramírez Acuña y otras personalidades. Sería el colmo que asistan los protectores del ambiente.
La contaminación del ambiente constituye uno de los problemas críticos en Jalisco, por lo que ha surgido la necesidad de la toma de conciencia y la búsqueda de alternativas para su solución.
Cada uno de nosotros debe cooperar con nuestro granito de arena. Por lo tanto, las autoridades están obligadas a buscar otros mecanismos para destruir los psicotrópicos.
Ya es bastante lo que han hecho los que se dedican a la siembra de enervantes al quemar bosques con el fin de preparar sus cultivos, al utilizar productos químicos (en ocasiones prohibidos) que favorezcan el desarrollo de las plantas de donde extraen componentes de los narcóticos.
La adecuación de los terrenos para los cultivos no solo determina la pérdida irreversible de la flora nativa y de los recursos genéticos, sino que provoca efectos secundarios, como la fragmentación, el desplazamiento de la fauna y la severa alteración de las cadenas alimenticias, hecho que sucede en nuestras tierras.
Resulta esencial para la defensa de la vida en el planeta, la difusión y análisis de los errores que nos han llevado a situaciones de grave daño ecológico.
No nos queda otra que cumplir todos.n
Profesor e investigador titular “A” de la Escuela Regional de EMS, doctor Alberto Zúñiga García, Ocotlán.