Investigadores del Centro Universitario de la Costa Sur (CUCSur) y médicos del sector salud público realizan un estudio en el que utilizan el agua de coco como una terapia auxiliar para el tratamiento del dengue no grave transmitido por el mosquito Aedes aegypti.
Alba Rossana Hernández García, académica del departamento de Ciencias de la Salud y Ecología Humana del CUCSur, con sede en Autlán, y corresponsable del proyecto, explica que 22 adultos formaron parte de la investigación en la que les administraron esa sustancia natural con la intención de conocer si les ayudaba a aumentar sus niveles de plaquetas en sangre.
“Sabíamos que la gente lo tomaba para aliviar este tipo de síntomas, pero no había un fundamento científico que respaldara esta aplicación o creencia popular, y decidimos hacer el estudio porque el agua de coco tiene un alto índice de electrolitos, similar a los que tiene el plasma de la sangre y eso hace que se pueda hidratar de manera más adecuada”, explicó la académica.
El estudio parte del hecho de que el agua de coco es rica en minerales y baja en calorías, además de que posee un posible efecto antiviral que podría contribuir a la normalización de los niveles de las plaquetas de manera efectiva en los pacientes con dengue no grave.
El grupo de pacientes fueron captados en el Hospital Regional de Autlán entre junio y octubre de este año y fue dividido en dos grupos.
Unos continuaron con el tratamiento común para esta enfermedad, que consta en la ingesta de electrolitos orales diluidos en un litro de agua, mientras que otra parte recibió el tratamiento experimental al consumir un litro de agua de coco, a partir de que se presentaba la fiebre y durante los siguientes diez días.
Hernández García explica que, aunque los resultados están en fase de análisis, observaron que quienes ingirieron el líquido natural mostraron una recuperación más rápida y satisfactoria, además de un mejoramiento sustancial de los síntomas de la enfermedad como mejor hidratación y mayor regeneración de plaquetas.
“Estamos pensando que el agua genera una mejor respuesta en cuanto al tiempo que tarda la recuperación del paciente. Un aspecto que sí valoramos es que su sabor hace que la persona sí tenga un mejor apego que hacia el suero. A muchos pacientes el suero no les gusta y lo dejaban de tomar y eran esos casos en los que se complicaba la enfermedad”, aseguró.
El grupo de investigadores, conformado por nutriólogos, médicos internistas y farmacobiólogos, dio seguimiento a la evolución de los pacientes mediante análisis clínicos de sangre para medir sus niveles de plaquetas al inicio y al término del tratamiento experimental, además de otras variables bioquímicas.
“El agua de coco tiene también vitaminas apropiadas para el cuerpo y el efecto que tiene sobre las plaquetas nos causa mucha curiosidad y pensamos que podría tener un efecto extra más allá de la hidratación”, dijo la académica.
Hernández García, profesora de la licenciatura en Nutrición del CUCSur, adelantó que esperan tener los resultados de los análisis para inicios de 2019.
El dengue es una enfermedad de tipo gripal que afecta a bebés, niños y adultos, y parte de sus síntomas consiste en dolor de cabeza muy intenso, dolor detrás de los globos oculares, dolores musculares y articulares, náuseas, vómitos, agrandamiento de ganglios linfáticos o salpullido.