Agua no tan ligera

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    ¿Alguna vez te has preguntado si el agua que consumes a diario está realmente limpia? Muchas veces el agua que compramos con el “carrito” para nuestras casas, sabe bien, se ve bien, pero, ¿está purificada? ¿Es potable?

    Comprar garrafones de agua a domicilio, no nos asegura que éstos sean limpiados y rellenados con agua purificada y tratada en las empresas dueñas de éstos, pues muchas veces los repartidores los rellenan por su cuenta en purificadoras locales en las que los “limpian” y llenan con agua supuestamente bien tratada. Luego colocan los sellos de las famosas empresas para hacerlos pasar como originales. Y qué decir de aquellos repartidores que rellenan los envases con agua de la llave.

    El peligro que corremos al tomar agua contaminada, sin imaginárnoslo, es enorme. Y lo peor: esto no es un cuento para no dormir, sino algo real.

    Es necesario que sepamos que lo anterior no sólo tiene que ver con el impacto que experimenta nuestro bolsillo al pagar por un producto no original, sino del riesgo de enfermarnos por infecciones gastrointestinales.

    La recomendación en estos casos es asegurarnos que el agua que tomamos es de una buena fuente. Si acostumbramos llenar nuestros garrafones en purificadoras locales, es tan simple como preguntar por la “ósmosis inversa”, la cual es una tecnología de purificación de agua mediante la que se logra retener hasta un 99 por ciento de contaminantes disueltos y no disueltos. De esta manera podremos tener la certeza de que este líquido vital para nosotros, contribuirá a mantener nuestra salud.

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