Asfixia en Morelia

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El drama, el humor negro y la discriminación son temas que envuelven a la película Asfixia, el  segundo largometraje de la directora Kenya Márquez, quien es profesora-investigadora en el Departamento de Imagen y Sonido, del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD).

Este filme, realizado el año pasado en la Ciudad de México y Puerto Vallarta, será estrenado a finales de octubre durante la edición 16 del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), uno de los encuentros del séptimo arte más importantes de México.

Al respecto, la directora se dijo contenta de formar parte de un programa al que calificó como riguroso en su selección.

“Tardamos todo un año en el proceso de posproducción y hace un mes la inscribimos en el festival y fuimos afortunados de quedar en la selección oficial de competencia”.

Este largometraje narra la historia de una mujer albina, quien en su proceso de reinserción en la sociedad, tras haber salido de prisión, conoce a un hombre hipocondriaco, quien parece ser el medio con el que podrá superarse.

“La idea era explorar la discriminación desde diferentes ángulos, y que el espectador se reconozca como discriminador. Ese fue el juego que presenté también en el filme Fecha de caducidad y es lo que intento de nuevo con Asfixia, el de llevar este mal al máximo. Alma, el personaje protagónico, sufre una doble discriminación; ser delincuente y albina”, explicó.

Lo difícil que es reinsertarse en la sociedad, una vez que alguien sale de la cárcel, es otra de las cuestiones que Márquez busca representar por medio de esta historia llena de humor negro.

“Al salir no tienen posibilidades de sumarse a la sociedad y ser alguien ‘normal’ para todos. El elemento del albinismo me pareció muy importante, por lo que quise presentar un personaje así, ya que hay mucha ignorancia con respecto a esta situación humana, mucha gente piensa que es contagioso o piensan cosas tan absurdas que sentí que debí presentarlo en la película. También quise hacer ver que ser blanco, negro, moreno, alto o chaparro no debería significar más que eso, somos todos iguales y no importa la apariencia sino lo que es la persona”.

Márquez dijo que se llevó una gran experiencia de dirección, pues la protagonista, Johana Fragoso —quien no es actriz, sino una psicóloga—, trabajó arduamente para interpretar su papel.

“Resultó interesante, pues no había trabajado antes con actores naturales (que son las personas que no estudiaron actuación), y tener la oportunidad de descubrirla como actriz fue un gran aprendizaje como directora, pues plantear las secuencias a partir de eso cambia las dinámicas de producción”.

La primera vez que Márquez participó en el FICM fue con su ópera prima Fecha de caducidad (2011); en aquella ocasión ganó el Premio del Público y obtuvo una mención de dirección y de fotografía; por tal motivo espera que el éxito se repita de nueva cuenta, pues hace siete años dicho encuentro le significó un parteaguas en su obra, misma que ganó en distintos encuentros fílmicos.

Será en la sección de Largometraje mexicano donde Asfixia se ubicará con otros nueve filmes, durante el FICM que tendrá lugar del 20 al 28 de octubre en Morelia…

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