México se ha convertido en un país lleno de miedo debido a los altos niveles de violencia que vivimos y observamos constantemente sin obtener algún cambio positivo. En los últimos años han incrementado de forma impresionante los diferentes tipos de violencia, pero principalmente la delincuencial.
La descomposición del sistema económico ha generado una excesiva riqueza en pocas manos y excesiva pobreza en la mayoría de la población. Esto obliga a actividades ilegales como el narcotráfico, los secuestros, el robo, la migración, el comercio informal y la piratería, como formas de supervivencia.
Esto es grave y preocupante pues no disminuye, sino todo lo contrario. Por otra parte, nuestras autoridades siguen descuidando este aspecto tan importante. Falta su cooperación para combatir este problema.
Es triste decirlo, pero bien sabemos que la violencia es un fenómeno social peligroso, saber que millones de personas mueren a tiros y golpes, y que a pesar de los cambios innumerables que ha tenido México, se encuentra estancado en este problema de violencia sin lograr un cambio positivo. Considerando que la sociedad es la base del progreso, es tiempo de unirnos como sociedad y hacer algo que realmente cambie esta situación tan delicada. Basta de “oír, ver y callar”.