El humor es el ingrediente más importante en Peccata Mundi, puesta en escena que habla de los siete pecados capitales. Se trata de siete cuadros que muestran, de forma ácida y crítica, los males que azotan a la humanidad.
La obra —estrenada en Guadalajara el pasado 7 de junio en el Teatro Experimental— aborda diversos tipos de humor: el irónico, ácido y negro, comentó el director de la obra, Juan Manuel Molina.
“Sonriendo o riendo, muchas veces es más fácil, primero, conectar con los asistentes, y luego hacernos reflexionar sobre las historias que nos están contando”, dijo.
El espectáculo nació hace poco más de cuatro meses con una idea de Juan Molina, que propone descubrir historias distintas que podrían funcionar como siete pequeñas obras de micro teatro.
Además, la propuesta escénica en cada pecado es construida y montada con un estilo, por ejemplo, la lujuria es una pieza de cabaret clásico; la gula es una opereta; la ira es una pantomima; la envidia es un monologo y la soberbia un poema de estilo del siglo XVII, explicó.
“La avaricia, que está montada a manera de documental sobre fauna y flora, trata de la vida de las ratas, y hay un explorador que nos cuenta cómo viven y cuáles son sus costumbres; y evidentemente viene muy cargado de las cuestiones políticas mexicanas, españolas y de toda índole”, comentó Juan Molina.
La producción está a cargo de Híbrido Teatro y Cultura Mercadológica, ambas de Guadalajara, e Iberzateca, de España. Los actores que componen el elenco son: Alejandro Morán, Judith Hernández, Mario Iván Cervantes y Elizabeth Solís. Manuel Molina hace el papel de maestro de ceremonia que enlaza los cuadros.
Apuntó que a pesar de los nervios del estreno, pudo constatar que al público le gustó y además resulta una propuesta novedosa.
La puesta en escena está dirigida a adolescentes de los 14 años en adelante.