Calidad de gobierno y gobernabilidad

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Promover que los gobiernos respondan y generen los beneficios prometidos a la ciudadanía, es una preocupación mundial encaminada a lograr calidad de gobierno y gobernabilidad, aseguró Luis Carlos Ugalde, consejero presidente del Instituto Federal Electoral, en su conferencia magistral “Gobernabilidad y democracia en México”.
Durante la misma, impartida en el IV Encuentro internacional sobre cultura democrática, inaugurado en el marco de FIL, Luis Carlos Ugalde comentó algunas de las características de los buenos gobiernos con relación al logro de la calidad al gobernar y de la gobernabilidad.
Entre estas características está que tales gobiernos promuevan la participación política de la sociedad, que rindan cuentas, sean transparentes, eficaces y eficientes, que luchen por la igualdad y que garanticen el estado de derecho.
Estas preocupaciones “están provocando que haya una sensación de que la democracia no genera los beneficios esperados”.
Explicó que si hace 15 años la preocupación política del país eran las elecciones creíbles, “hoy eso resulta insuficiente y la agenda se está reorientando a garantizar que no solo elijamos a los gobernantes, sino que éstos una vez en el poder rindan cuentas de sus actos, tomen decisiones acertadas, implementen el gasto público con eficacia, hagan realidad un estado de derecho, cuiden las libertades ciudadanas…”
Luego recalcó: “esta serie de características están en su fase inicial de discusión y de implementación”.
Dijo que hoy existen tres ciudadanías: la política, social y civil.
“Cada una de éstas implica derechos y obligaciones y para darles contenido y vigencia se requiere cumplir con determinados requisitos para poderlas llevar a la práctica”.
Indicó que la ciudadanía política es una ciudadanía en la cual México ha avanzado mucho: “es aquella en la que existen obligaciones y derechos políticos fundamentales, que tienen mucho que ver con el derecho a votar y ser votado, a la libre asociación, a la participación política, etcétera”.
Aseguró que dicha ciudadanía política es una de las vertientes en la cual México más ha avanzado a causa de las reformas político-electorales.
“Creo que casi todos los días se avanza más. Un ejemplo lo constituye el hecho de que hoy el 95 por ciento de los mexicanos mayores de 18 años cuenta con su credencial de elector”.
Luego explicó que la ciudadanía social es un concepto que hace referencia a la capacidad de los ciudadanos para ejercer sus derechos en la vida de una manera amplia, lo que implica el derecho a la educación, la salud, a una vida digna.
Justamente, agregó Luis Carlos Ugalde, en eso América latina, y México en particular, tienen un déficit amplio: “hemos avanzado mucho en la vertiente política, pero a la vertiente social le hemos dado poco contenido. Cuando en una democracia existe un avance considerable en una cosa, pero poco en otra, surge una paradoja: la gente siente que puede ejercer sus derechos políticos, pero que tal ejercicio no se traduce en lo que busca: una vida digna en todos los ámbitos”.
El IV Encuentro internacional sobre cultura democrática, desde hace tres años lo organiza el Departamento de Estudios Políticos, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), de la Universidad de Guadalajara, y tiene como objetivo reflexionar acerca de las implicaciones de la construcción de una cultura democrática, en el contexto de sociedades en procesos de cambio social e institucional.

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