Carlos Arriola

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    Piel 1.52: la piel humana extendida mide un metro con 52 centímetros cuadrados. Ese es el nombre de la exposición que comparto con otros dos fotógrafos, en la galería Ajolote, arte contemporáneo. No es una muestra colectiva. Más bien son tres exposiciones individuales que coinciden en un tema.
    Medidas: a partir de ahí empezamos a jugar con el número. De ahí salieron las proporciones para las piezas, que están hechas en mediano y gran formato. Hay algunas fotografías que miden un metro con 52 centímetros. Muchas son múltiplos o submúltiplos de esta medida.
    Impresión: no están impresas en papel fotográfico, sino en vinil electrostático, un plástico que se adhiere por electricidad. Empezamos a experimentar con este material y nos dimos cuenta que era lo más viable, porque se ajusta al tema de Fotoseptiembre, cuya base es la trama, el estilo y la moda.
    La piel: presento siete piezas en gran formato. Todas estas fotografías son de mi piel y yo mismo me las tomé.
    Comunicación: recurro mucho a los desnudos, a la piel. Creo que la comunicación visual del cuerpo es muy interesante. Hay múltiples maneras de decir las cosas, pero la mejor para mostrarse es el desnudo, que permite exhibirnos tal cual somos. Por algún tiempo hice desnudos clásicos y poses en blanco y negro. Luego experimenté con químicos, temperaturas y otro tipo de películas, hasta lograr lo que me gusta, como lo que incluyo en esta exposición.
    Las tomas: se trata de fotografía abstracta, un poquito alterada con algunos químicos. Son tomas muy cerradas. Todo es análogo. No es digital. íšnicamente la salida para impresión está digitalizada, pero no está nada manipulado. Son tomas con cámara reflex, película de 35 milímetros y revelada manualmente.
    Interpretación visual: las siete presentan fragmentos de mi piel, desde el vello de alguno de mis brazos, hasta partes de mi cuerpo, como la rodilla. Juego con la interpretación del espectador, porque a la hora de jugar con los químicos, el color y la forma aparecen ciertas figuras sugerentes que no son reales sino una interpretación visual de quien las mira.
    De gira: ya llevo cinco años en esto. Esta vendría a ser mi quinta exposición individual. Ya he participado en más de 20 colectivas aquí en Guadalajara, pero también he expuesto en Guatemala, Ecuador y otras piezas mías andan en Hamburgo, producto de la muestra que hicimos en marzo, de Ambulart.
    Quién sabe: estudié arquitectura en la UdeG y me dedico a la fotografía, y no sé si alcanzo el rango de artista. Eso me lo reservo mucho. Que sea el espectador y el trabajo los que determinen si uno lo es. No creo en la gente que dice ser artista. Pero la fotografía es una disciplina tan válida como cualquier otra.
    Características: para saber si uno es un buen artista de la lente, se requieren ciertas características y valores. Es definitivo tener un buen ojo, una propuesta y un diálogo visual que puede traducirse hasta a algo verbal o escrito. La arquitectura me ha servido para la fotografía o viceversa. Ambas actividades son complementarias.
    Evolución: me gusta mucho la tendencia contemporánea en fotografía: las nuevas líneas de expresión. Creo que más allá de un registro, que es el principio de la imagen: detener una escena, es también un diálogo, un proyecto y una historia más allá que contar. La intención es que tengas cierto sello personal para que la gente identifique tu trabajo y, si no te ven físicamente, el público interprete la pieza y diga: esta es de Carlos Arriola.

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