Cerrado por restauración

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El hombre creador y rebelde y El pueblo y sus falsos líderes, murales que el artista jalisciense José Clemente Orozco pintara hace ochenta años en la cúpula y el estrado del Paraninfo Enrique Díaz de León, se encuentran en un proceso de restauración que resarcirá los daños que sufrieron tras el sismo de 4.8 grados Richter, ocurrido en Guadalajara el pasado 11 de mayo.

El trabajo de restauración —que tomará aproximadamente cuatro meses—, estará a cargo de un grupo de diez expertos del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam) del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), en conjunto con especialistas de la Escuela de Conservación y Restauración de Occidente (ECRO).

Los restauradores explicaron que en la cúpula se aplicarán resanes suaves en las grietas, algunas de ellas originadas en sismos anteriores, y otras que aparecieron con el sismo de mayo.

“Los daños siempre han sido similares. Algunas de las grietas se volvieron a repetir, eso indica que las intervenciones que se han hecho son buenas, porque en estas grietas, si se les aplica un material rígido, provocan que se abran otras nuevas”, comentó Alberto González Vieyra.

De esta manera, algunas de los resanes que apliquen en esta restauración estarán ahí como “resane de sacrificio”, que se perderían en caso de un nuevo sismo, pero que protegerían el trabajo original de la obra.

También se procurará que la estructura vuelva a tener una cohesión adecuada, por medio de inyección de material compatible para rellenar espacios.

De acuerdo con González Vieyra una de las prioridades será cuidar el color original de la obra, por medio del tratamiento de las hojuelas —capas delgadas de color— que están a punto de colapsarse, se estarán realizando velados de protección, y en algunos casos será necesario aplicar una tela sobre la hoja de color, la cual contiene un adhesivo que ayude a desprenderla, luego trabajarla sobre una mesa y finalmente devolverla a su sitio.

También se hará un proceso de limpieza en seco, por medio de un aspirado para liberar de polvo y elementos ajenos, así como una limpieza acuosa con esponja natural, y finalmente una reintegración cromática, que es la parte visible del trabajo de los restauradores.

En el caso de los muros del estrado, comentó que están en mejor estado, tienen dos grietas que no son muy significativas.

Patrimonio de Jalisco
El Rector General de la UdeG, Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla, destacó que para la Casa de Estudio es de primera importancia “cuidar y preservar este patrimonio de los mexicanos y los jaliscienses”, que legó uno de los tres más grandes muralistas del país.

Bravo Padilla agregó que, posterior a la restauración, se revisarán aspectos como la iluminación y el uso de pantallas dentro del Paraninfo, con la finalidad de que sean lo menos agresivas con los murales y evitar un daño por esta causa.

Respecto a la inversión que hará la Universidad en los trabajos de restauración, la titular de la Coordinación General Administrativa (CGADM), Carmen Rodríguez Armenta, señaló que está destinado un millón doscientos mil pesos, que incluye pago de honorarios y estancia del equipo de restauradores. Así como tres millones doscientos mil para el reforzamiento estructural de la cúpula, que entre otros aspectos requiere cancelería, ventanas, cristales y cambio de azulejos.

Rodríguez Armenta explicó que los murales están asegurados contra algunos daños, y que al final de los trabajos la empresa aseguradora reembolsará gastos como el fotograma inicial y la renta de andamios, que puede llegar a costar hasta cuatrocientos mil pesos por mes.

Breve historia
A finales de 1935, el entonces gobernador de Jalisco Everardo Topete, invitó a Clemente Orozco a realizar algunas de sus obras en inmuebles importantes de Guadalajara.

Durante su estancia de 1935 a 1939, realizó tres obras. La primera fue la de la cúpula y los muros, en la sede de la Universidad de Guadalajara; la segunda en las escaleras del Palacio de Gobierno, y la tercera en el Hospicio Cabañas.

Orozco optó por la técnica del fresco, que anteriormente ya había realizado en distintas ocasiones para sus obras murales, pero la de El hombre creador y rebelde es la primera que resuelve en una superficie cóncava.

Para la pintura al fresco es necesario preparar la superficie, recubriéndola por una o varias capas de una pasta hecha con cal y arena. Se considera difícil porque se deben poseer conocimientos acerca de los materiales y de sus reacciones químicas.

Además se requiere destreza y control en el cálculo, porque es imposible corregir. José Clemente Orozco tenía esa destreza y en su trabajo utilizó pigmentos minerales, como los rojos de Venecia, el azul cobalto, el negro de vid, el blanco de San Juan, los ocres, oros, el óxido de cromo y tierra verde.

José Clemente Orozco creó numerosos bocetos en los que se observa su proceso creativo en la cúpula de 13.6 metros de diámetro interior y 5.5 de altura. En la obra se aprecian cuatro figuras humanas, tres de ellas ascendentes: el sabio o científico, conocido como el hombre pentafácico; el obrero, el maestro y el rebelde.

El estrado se compone de tres páneles, se pueden observar entre otras figuras las de algunos miembros del ejército y obreros. El hombre creador y rebelde y El pueblo y sus falsos líderes fueron firmados y fechados en 1937.

El MUSA sigue abierto
Las autoridades de la Casa de Estudio informaron que el Paraninfo Enrique Díaz de León estará cerrado durante el proceso de restauración, pero que el resto de las instalaciones del Museo de las Artes (MUSA) seguirán abiertas al público en su horario de martes a domingo de 10:00 a 18:00 horas.

El artista de Zapotlán
José Clemente Orozco es considerado junto con David Alfaro Siqueiros y Diego Rivera, uno de los grandes muralistas de México. Nació en Zapotlán el Grande —hoy Ciudad Guzmán—, el 23 de noviembre de 1883 y falleció en la Ciudad de México el 7 de septiembre de 1949.

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