Chile será el invitado de honor en la edición 34 del Festival Internacional de Cine en Guadalajara, al que traerá lo mejor de su cinematografía actual que refleja la diversidad de la sociedad de ese país.
Recientemente el cine chileno se ha consolidado como uno de los que más presencia tiene en este festival en el que se sienten “como en casa”, afirmó la coordinadora de relaciones internacionales de Cinema Chile, Elisa Leyva.
“Hemos logrado una gran presencia chilena en los últimos años, nos sentimos como en casa cada que venimos acá. Este año sentimos que la selección que hace el festival representa el panorama del cine chileno, un pequeño grupo de películas representativo de todo lo que estamos viendo en el país”, dijo Leyva.
Ser el país invitado del FICG el próximo año permitirá que el público pueda ver más de la cinematografía chilena, y reforzar la vinculación de las coproducciones entre Chile y México.
Este año, el país andino llegó al festival con siete películas en las secciones en competencia oficial, de los cuales dos son cortometrajes. El catálogo reúne por igual a directores de larga trayectoria como Silvio Caiozzi, director de …Y de pronto el amanecer, y películas de jóvenes autores como Cristóbal Valenzuela, realizador del documental Robar a Rodin, además algunas óperas primas y cortometrajes. También estuvieron en Guadalajara 40 productores con proyectos en desarrollo, y tres cintas en la selección Work in progress.
Con una producción de 150 cortos y largometrajes en el último año, la cinematografía ha crecido y se ha diversificado en los últimos tiempos. En 2017 hubo una cifra parecidas y ha habido un crecimiento en la realización de documentales y en animación, explica Leyva.
“En los últimos años hemos visto que hay una misma cantidad de documentales que de películas de ficción, algo que antes no había pasado, hay un equilibrio en ese sentido y muchos realizadores trabajando en animación, en 2016 el premio Oscar en largometraje se lo llevó Historia de un oso y también ahí se está dando un cine muy arriesgado”, expresó la representante chilena.
Consideró que el hecho de que Una mujer fantástica, del director Sebastián Leilo, haya ganado recién el Oscar a mejor película extranjera es un reconocimiento al amor por hacer cine, una pasión que no siempre es fácil de realizar en ese país con pocos presupuestos para cultura.
“Es un reconocimiento para todo el cine autoral, el cine arriesgado, un reconocimiento para el equipo que ha trabajado por años en el proyecto y al amor por el cine que desde Chile no es lo más fácil de hacer, es un trabajo día a día, de largo plazo, que conlleva mucha pasión”, agregó.
Este premio, que algunos chilenos han comparado con el otorgamiento del premio Nobel de literatura a la poeta Gabriela Mistral, impulsará al cine hecho en ese país, e impulsará a las producciones más pequeñas y a que los directores se arriesguen a tocar temas de relevancia social.
“El foco que nos trae hacia Chile el Oscar también va a ayudar a otras producciones más pequeñas de bajo presupuesto, proyectos que van a tener foco y distribución internacional, y también ayuda a que el público en Chile vuelva a mirar y valorar la película y poner en la mesa temáticas muy relevantes de la contingencia social”, concluyó.