La primera edición del Concurso Leonor Montijo, organizado por Raúl Banderas, miembro de la Academia de Teclado, tuvo una aceptación tan amplia por parte del estudiantado, que rebasó las expectativas, pues compitieron de 10 a 15 alumnos por categoría.
En esta ocasión, luego de aquella experiencia en octubre de 2004, los organizadores decidieron cambiar la fecha de la convocatoria por cuestiones prácticas: para no interrumpir el ciclo escolar de los estudiantes.
Por este motivo el II Concurso Leonor Montijo será del 20 al 24 de febrero, cuando el semestre apenas comienza. Así, los participantes pueden preparar su repertorio con más margen de tiempo.
Joel Juan Qui Vega, profesor de piano de la Escuela de Música, de la UdeG, y uno de los organizadores del evento, explica que la finalidad es que los estudiantes de piano vivan una competencia profesional y experimenten un verdadero reto en su aprendizaje.
Las categorías del certamen se dividen según las cualidades interpretativas de los alumnos: categoría I, para nivel medio, y categoría II, para nivel superior.
Qui Vega comenta que en el proyecto han sido de vital importancia el apoyo incondicional por parte de Roberto Gutiérrez, jefe del Departamento de Música, y la profesionalidad que han mostrado los concursantes.
De entrada, los competidores deben interpretar piezas clásicas de autores europeos y mexicanos, con determinado grado de dificultad. Luego, el alumno, en preparación constante con su maestro, elige libremente una obra mexicana, la cual trabaja y perfecciona.
Es interesante, dice Qui Vega, que muchos alumnos prefieren compositores jaliscienses, algunos de los cuales han sido profesores en la escuela y ya son reconocidos en el ámbito nacional e internacional.
Aun cuando solo otorgan incentivos económicos al primer lugar de cada categoría (tres mil y cuatro mil pesos, respectivamente), en realidad “no hay nadie que se quede sin un premio”, pues también entregan reconocimientos especiales a la mejor interpretación de sonata, pieza barroca, mexicana, entre otros, con el fin de reconocer el esfuerzo de los concursantes.
La participación tan activa en un certamen de estos alcances es un honor tanto para la institución como para la maestra emérita Leonor Montijo Beraud, de quien toma su nombre el concurso y que pese a estar jubilada, continúa su labor como profesora de piano.
La invitación está abierta a aquellos amantes de la música que desean escuchar la calidad interpretativa de pianistas jaliscienses. La cita es en el exclaustro de San Agustín, plantel de la licenciatura en música, de nuestra alma máter.