Los viernes o sábados era divertido pasear por Chapultepec, sentarse en las bancas, observar a quienes salían de la oficina o escuchar la música de los conciertos que ahí se programan.
Sin embargo, de un tiempo a la fecha aquello no es tan divertido por todo lo que han vivido vecinos del lugar o transeúntes que han sido asaltados por todos aquellos amantes de lo ajeno, ya sea desde un celular, la cartera o un reloj, artículos que van a parar en mercados clandestinos.
Espero que todo esto se disuelva rápido y vuelva la diversión sin miedo en la también llamada zona rosa de Guadalajara.