Duro y a la cabeza

1059

Evitó masificar su nombre, pero asegura que ha padecido migraña en los últimos cinco años. Casi cada mes le provoca “un dolor horrible detrás de los ojos”. Lo único que más o menos le quita esta molestia es una pastilla conocida como Ibuprofeno.
Ella desconoce que desde 1998 médicos mexicanos, egresados de la Universidad de Guadalajara, alivian esta dolencia a quienes la padecen, mediante estímulos electrofisiológicos.
Héctor Tostado Romo y Carlos Miramontes inventaron un mecanismo que incorpora tecnología computacional para estimular el sistema nervioso y regular la entrada y salida de sangre del cerebro, que es lo que generalmente ocasiona la migraña y otros padecimientos cefálicos.
“Lo que hacen estos estímulos microprocesados es estimular el ganglio irradiado y algunas arterias de la nuca”, explicó Carlos Miramontes, quien desarrolló el novedoso equipo en una maestría que tomó en la Universidad de Texas.
Dicho ganglio es el responsable de regular la temperatura del cerebro. Al recibir los estímulos eléctricos, realiza mejor sus funciones y disminuye el dolor.
“Gabriela”, la mujer que padece migraña desde hace cinco años, dijo que aún no ha encontrado una terapia que le neutralice el dolor, que suele ser casi cíclico, cada mes.
“Pues cuando me da el dolor, lo siento más detrás de los ojos o en alguna parte fija de la cabeza. Me tomo el Ibuprofeno. Medio me lo quita, porque siempre te queda una resaca”.
Carlos Miramontes aseguró que el método que desarrolló junto con su compañero ha aliviado al 95 por ciento de sus pacientes. “Los otros cinco que no pudieron ser curados con este tratamiento tienen casi siempre una mal funcionamiento de nacimiento”.
La terapia completa incluye cinco sesiones de 45 minutos cada una, durante dos meses y medio. El proceso es efectivo: “la gente se cura”.
“Hay pacientes que han tenido recaídas a los cuatro años del tratamiento. Lo que hemos hecho son sesiones de mantenimiento y a la gente le va excelente. De hecho si durante el tratamiento inicial algún paciente siente dolor, puede venir a la estimulación cualquier día fuera del programado”.
A diferencia de los medicamentos, la estimulación electrofisiológica cura “y no invade el organismo”. Los medicamentos son solo un paliativo del dolor. “Nosotros con este proceso curamos a la gente”.

Inventores mexicanos
Miramontes y Tostado Romo son los primeros médicos mexicanos en patentar un equipo electrónico en favor de la salud.
“En nuestro país los médicos tienen la costumbre de importar el equipo para trabajar. No se había creado nada, y si había, no se había patentado”.
El equipo que desarrollaron ambos médicos pronto aliviará de la migraña a pacientes en España, pues desde hace año y medio están en trámite los procesos para que la tecnología médica mexicana dé salud en el extranjero.
En Guadalajara, este servicio puede atender a “Gabriela” y otras personas en la colonia Jardines de la cruz, Islas Antillas 2263. El tratamiento completo cuesta cinco mil pesos. Puede hacer cita en el 38 11 49 12.

Dolor extremo
El dolor es intenso. Día tras día, durante un mes, de dos a cuatro horas soporta Marco Antonio Cortés un tormento en su cabeza.
Marco es uno de los tantos trabajadores de la Universidad de Guadalajara, y sus sufrimientos no provienen precisamente de alguno de sus jefes. A los 13 años su madre lo llevó al oculista. Sentía un fuerte dolor de cabeza, justo detrás de los ojos. Pensaron que sería un problema ocular. El médico le recetó vitaminas. Calmaron el dolor. Por un rato.
Las punzadas volvieron cada año, en febrero. Duró todo ese mes. Lo mismo el febrero del año siguiente. Así durante ocho años seguidos.
“Una vez llegó febrero y no sentí los dolores. Pensé que se me habían quitado, pero volvieron entre junio y julio. Duré mucho tiempo así”.
Los ciclos fueron menos regulares; cada año y medio o dos.
Pero igual de penetrantes: “empezando por la zona superior del ojo, pasando por el extremo lateral izquierdo de la cabeza, hasta el cerebelo. Es un dolor muy intenso que no me permite continuar con ninguna actividad. Ninguna”.
Si Marco estaba en el trabajo, tenía que refugiarse en su casa. “Un lugar oscuro y sin ruido” y esperar entre dos y cuatro horas hasta que la paciencia, la inmovilidad, el silencio y una pastilla de 150 pesos trajeran el alivio.
“El día siguiente era igual”, y el dolor, como reloj suizo, llegaba puntual a la misma hora.
Apenas hace cuatro años le diagnosticaron a Marco Antonio cefalea en racimos, uno de los padecimientos más difíciles de tratar en las clínicas de salud y que causan los dolores más extremos, entre las 200 clasificaciones de cefaleas.
La última vez que Marco sintió la presión sobre el lado izquierdo de su cabeza fue entre agosto y septiembre del pasado 2005. Aunque en esta última ocasión pasaron tres años sin lamentos. “Espero que pasen otros tres años o más”.
Marco dice que ha probado de todo: pastillas, inyecciones, medicina alternativa, chamanes, hasta estimulaciones electrónicas. “Creo que ya fui con esos doctores que estimulan el cerebro de manera electrónica. La verdad es que salí de ahí con el mismo dolor. Debí haber ido cinco veces, solo fui una. Es que he ido con tanta gente”.
Asegura que si el dolor vuelve a su cabeza, acudirá con los doctores Carlos Miramontes y Héctor Tostado, inventores del equipo de estímulos electrofisiológicos, que según aseguran sus creadores, cura la migraña.
Tal vez en algún momento Marco Antonio Cortés encontrará día tras día y año tras año, de forma cíclica, el bienestar que a veces necesita su cabeza.

Artículo anteriorZeyda Isabel Rodríguez Morales
Artículo siguienteRespuesta a “Orgullo universitario”