Cada año el Instituto de Astronomía y Meteorología (IAM), de la UdeG, anuncia los fenómenos astronómicos más interesantes que ocurrirán el año siguiente. En 2005, además de lluvias de meteoros, habrá eclipses peculiares, algunos de los cuales podrán ser observados desde México.
Rubén Aguirre Salas, académico del instituto, anunció que el 8 de abril sobrevendrá el primer eclipse del año, uno de Sol, que será de tipo anular híbrido, lo cual significa que en algunas partes de su trayectoria la Luna no cubrirá al Sol en su totalidad, dejando visible una corona de luz, mientras que en otras será observado como un total, a causa de la curvatura de la Tierra.
El eclipse total será visible en una franja estrecha que atraviesa el hemisferio meridional. El recorrido de la sombra de la Luna comenzará en el sureste de Nueva Zelanda y cruzará el océano Pacífico hasta Panamá, Colombia y Venezuela. Será visto como eclipse parcial en la trayectoria –más amplia– de la sombra penumbral de la Luna, que abarcará el noroeste de Nueva Zelanda, la mayoría del Pacífico sur y Norteamérica.
El 24 de abril habrá un eclipse penumbral de Luna, es decir, nuestro satélite natural pasará por la sombra que la Tierra proyecta en el espacio, pero no se oscurecerá totalmente. Este fenómeno será visible en la mayor parte del hemisferio occidental.
El 3 de octubre ocurrirá un eclipse anular de Sol, que podrá apreciarse en el hemisferio este. Su recorrido cruzará la península Ibérica, Asia occidental, el Oriente Medio, la India y la mayor parte de ífrica.
Por último, el 17 de octubre tendrá lugar un eclipse parcial de Luna, visible en América del norte, así como en Asia y el este de Australia.
Aguirre Salas anunció otros fenómenos astronómicos, como las lluvias de meteoros, que pueden ser un espectáculo impresionante. También se les conoce como lluvias de estrellas, aunque ese nombre es incorrecto: los objetos que vemos son piedras y hielo, basura espacial dejada a su paso por cometas o restos de otros cuerpos, sin ninguna relación con las estrellas.
Las lluvias de meteoros son nombradas según la constelación más cercana, pues da la impresión de que los meteoros salen de ella. El año comenzará con una lluvia Cuadrántidas, el 4 de enero. Es probable que resulte espectacular, pues calculan que podrán ser contemplados más de 120 meteoros por hora. Hasta el 17 de agosto tendremos la oportunidad de apreciar una lluvia con tal densidad, para observar una más el 13 de diciembre.
Los especialistas del instituto dieron una plática abierta al público, en la que hicieron un recuento de los fenómenos atmosféricos y astronómicos de 2004 y adelantaron parte de lo que habrá en 2005.
Rubén Aguirre invitó a quienes esten interesados en la ciencia a que se inscriban en el grupo Ciencia en el mundo, un foro en internet, gracias al cual pueden recibir todos los días, por medio de correo electrónico, información sobre algunas de las más destacadas innovaciones y descubrimientos en informática, ecología, salud, robótica y astronomía.
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