El libro es, para Enrique Florescano, un instrumento fundamental para la educación, la concientización y el desarrollo personal de las mujeres y de los hombres.
“No podía recibir mayor reconocimiento que el que me está otorgando la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), que premia el amor por los libros. Para mí, recibir el Homenaje al Bibliófilo ha sido una noticia inesperada, gratísima y muy honrosa. Me siento halagado, muy contento”, comenta en entrevista el historiador e investigador veracruzano, quien acudirá el 27 de noviembre próximo a la FIL Guadalajara para recibir el reconocimiento.
“La Feria es una reunión donde conviven el amor al libro, la cita multitudinaria que se dan los lectores por el libro, por la lectura, los valores que fortifican los lazos profundos que unen a mujeres, hombres y jóvenes. Es una fiesta que compartimos con los autores”, refiere el autor de El mito de Quetzalcóatl.
“Miles de los libros que forman mi biblioteca llevan los nombres de los autores y editoriales que concurren a la Feria. Para mí la FIL es un encuentro con la sorpresa y con la amistad”, destaca el historiador.
Para Florescano incentivar el amor por los libros entre las generaciones más jóvenes es un trabajo en conjunto, donde “intervienen la familia, el abuelo, el padre, la madre; otras veces es la institución educativa, el maestro, los amigos, el ambiente donde uno crece y se desarrolla”.
Considera que los medios electrónicos actualmente son la alternativa “de difusión y transmisión de las letras, de los libros, la cultura, la ciencia y las artes”, entre los jóvenes. Asimismo, destacó que la FIL Guadalajara es “una institución de cultura prominente, de gran prestigio en el mundo hispanoamericano, y que ha acelerado el cultivo y el amor por la lectura”.
Enrique Florescano nació en Coscomatepec, Veracruz, en 1937. Se fue a Xalapa para estudiar la carrera de derecho y luego eligió la historia como vocación en la Universidad Veracruzana. Cursó la maestría en historia universal en El Colegio de México, y el doctorado en historia en la École Pratique des Hautes Études de la Sorbona, en París.
Ha sido profesor en numerosas instituciones, como El Colegio de México, la Universidad Nacional Autónoma de México, Cambridge University, Getty Center for the Humanities y Yale University.
Entre sus obras destacan Ensayos sobre la historia de las epidemias en México (1980), El mito de Quetzalcóatl (1993), Memoria indígena (1999), Memoria mexicana, ensayos sobre la reconstrucción del pasado (2000), Quetzalcóatl y los mitos fundadores de Mesoamérica (2004), ¿Cómo se hace un dios? (2016).
Ha sido distinguido con el Premio Nacional de Ciencias Sociales de la Academia de la Investigación Científica, hoy Academia Mexicana de Ciencias (1976); las Palmas Académicas (1982) y L’Ordre National du Mérite (1985) por parte de Francia; el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Historia, Ciencias Sociales y Filosofía (1996) de México, y fue nombrado Investigador Emérito del Sistema Nacional de Investigadores (2006). En 2016, la FIL Guadalajara le rindió un homenaje por las aportaciones de su trabajo a la historia mexicana.