Los novatos fueron primero. Con Laura Rodríguez, de la carrera de letras, y íngel Llamas, de artes visuales, aún estudiantes en la Universidad de Guadalajara, comenzó la entrega del IX Premio Jalisco de periodismo Emisario, en el paraninfo Enrique Díaz de León. La primera fue distinguida por el mejor texto periodístico en la categoría de estudiantes, el segundo, por sus capturas fotográficas.
El tono sentimental lo agregó el reportero de El occidental, Abelardo Salinas Galván, cuando luego de recibir el premio al mejor reportaje escrito y frente al micrófono provocó los aplausos del auditorio, al saludar a la periodista Griselda Torres Zambrano, viuda del cronista recién fallecido, Héctor Morquecho Ibarra.
También premiado, el fotógrafo de El informador, José María Martínez Burgos, sin ningún guión preestablecido agradeció a sus familiares, colegas de trabajo y organizadores del premio.
Antes de entregar el premio a la categoría de radio, la voz llorosa de una niña invadió el eco del paraninfo. Repetía: “mi papá… me golpeó”. Sobre la pantalla gigante frente al auditorio solo se veían las formas ondulatorias de los quejidos. Luego llamaron a Alonso Torres Córdova, de Radio Universidad de Guadalajara, para galardonarlo por su trabajo “Maltrato infantil: el rostro de una sociedad violenta”.
Luis Ernesto González López, el camarógrafo que filmó varias escenas del altercado entre altermundistas y cuerpos policíacos, destacó que las imágenes crean opinión, involucran y comprometen.
El periodista de Televisa Guadalajara, José Antonio Fernández Salazar, fue galardonado en la categoría de reportaje televisivo.
Por último, la presea Despertador americano fue entregada a Luis René Navarro Figueroa, quien desde 1955 trabaja en El informador:
Cada uno de los ganadores recibió 50 mil pesos, con excepción del Despertador americano, a quien le tocaron 60 mil.
