Imagen de Puerto Vallarta

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    En la edición 777 de La gaceta, del lunes 10 de febrero 2014, leí un artículo llamado “Un puerto con destino incierto”.
    Soy un ciudadano vallartense. Nací en Zapopan y me vine en la infancia a vivir a Puerto Vallarta, por lo cual me considero un “pata salada”. Desde luego, de mi infancia a la juventud he notado en Puerto Vallarta grandes cambios para bien “turístico”, porque lo cierto es que le están quitando la imagen de pueblo costero y la encaminan, por medio de construcciones, a ser una ciudad común, donde ya no se ven las casas de teja y los edificios tradicionales, donde grandes edificios de corporaciones tapan la imagen de la playa.
    Algo notorio (incluso hubo marchas en contra de eso) fue la remodelación del malecón, que rompe totalmente con la identidad vallartense, porque comúnmente la gente solía venir a pasear por un malecón tradicional y todo eso se ha ido perdiendo. De pueblo mágico, playero, por las grandes cadenas hoteleras que tienen concesiones de playas, que privatizan el espacio público, Vallarta se ha convertido en un reflejo de antros, alcohol, etcétera.
    Esperemos y sigan guardando la antigua imagen de Vallarta, con sol, arena y mar.

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