La Creación Colectiva en la Muestra Estatal de Teatro

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Bazar Teatro, Paralelo Teatro, Teatro Zona de Acción, Anhelo Teatro y Claunódromo son agrupaciones teatrales que participarán en la edición veintidós de la Muestra Estatal de Teatro (MET) que inicia este viernes. Con obras provenientes de Chile —país invitado— así como de Cuba y España, la MET 2018 ofrecerá dieciocho obras jaliscienses entre las cuales destaco especialmente a las creadas por estos cinco colectivos.

El valor social del teatro estriba en la multiplicidad de formas en que el hombre se relaciona con su realidad, considerando a la creación artística como un puente de comunicación con la misma. En la última década el teatro jalisciense ha enriquecido sus referentes gracias al trabajo de gestión que algunos agentes institucionales han realizado y principalmente a iniciativas de los propios creadores, que le han apostado al intercambio con sus pares en otras regiones del país y del extranjero.

En esta MET podremos comprobarlo con dramaturgias resultado de la interacción entre artistas dentro y fuera de festivales. También hay otras dramaturgias notables como Ella 2.0 de Andrea Belén Sánsa, joven egresada de la licenciatura en Artes Escénicas de la Universidad de Guadalajara, que se presentará con dos montajes distintos, uno en el que ella misma actúa y otra producción de Boa Biagem Teatro, colectivo de Puerto Vallarta. Juana Inés. Paráfrasis de sí misma, de Fernando Sakanasi y Ricardo Ruiz Lezama, es también un caso de éxito pues desde su creación ha conseguido el reconocimiento internacional, participando incluso dentro del Festival de Teatro Clásico de Almagro, España.

Ambulante. Voces de la Calle, Exilio, Instructivo para mirar hacia adentro, Jappiness y Vaca, son, respectivamente, las obras de las agrupaciones con las que inicié este texto y en las cuales vale la pena detenerse para repensar el teatro, ése que lejos de alejarse de la experimentación, subraya la importancia del trabajo de laboratorio creativo desde la dramaturgia hasta el montaje.

Las estrategias de abordaje viajan del clown a la danza, del documental al teatro del cuerpo y, por supuesto, al teatro de la palabra. De entre estas piezas, la de Bazar Teatro, dirigido por Claudia Anguiano, destaca gracias a la mirada sociológica que concentra en algunos de los oficios que parecieran condenados a desaparecer. Con un camino andado en el teatro documental, Anguiano lleva al escenario a algunas voces de la calle de forma directa. No se trata de la apropiación de un fenómeno social para reconstruir su discurso en una plataforma ajena, la escénica, sino de incluir como intérpretes a los propios artesanos y trabajadores que ejercen una tarea que la economía ha desdibujado al grado de poner el riesgo su propia existencia.

Un escribano teclea su pesada máquina mientras nos cuenta sus experiencias traduciendo los sentimientos más apasionados en cartas para enamorar. Una educadora feminista nos recrea los paisajes urbanos y rurales que ha recorrido para apoyar el empoderamiento femenino en contextos de exclusión en los que viven muchas mujeres en México. Un anciano afilador del mercado más emblemático de Guadalajara, da cuenta de la transformación de una ciudad que ya no conoce.

Hay en este montaje potentes hilos testimoniales que se tejen con la mediación del actor Mario Iván Cervantes. El resultado es una valiosa pieza que se erige sobre un teatro de investigación que no se conforma en ser un instrumento catártico para los creadores, sino de comunicación sobre nuestros conflictos comunitarios. La creación colectiva se convierte en una propuesta de resistencia y empoderamiento de los participantes, de ahí la relevancia de esta producción.

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