La muerte del hijo

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El último poema de Javier Sicilia hizo eco en el ánimo de Pablo Orta y se convirtió en su fuente de inspiración para escribir y dirigir El hijo del poeta, cortometraje premiado con cien mil pesos al ser ganador del concurso Colima en corto, en el marco del Festival Colima de cine 2012 y que fue seleccionado para participar en el Regard Sur Le Court Métrage Au Saguenay, en Quebec, Canadá. La producción dura alrededor de cinco minutos y trata un tema profundo y universal: la muerte de un ser querido.
El cuerpo de Juan Francisco, el hijo del poeta Javier Sicilia, fue encontrado junto con el de otras personas, atado de pies y manos, con signos de tortura, en Morelos, en marzo de 2011. Entonces para el padre la poesía dejó de existir en él.
El cortometraje trata de un poeta que busca un lugar donde no haya sonidos, ni ruidos, ni palabras, para que el cuerpo de su hijo descanse. El padre recoge la urna de su hijo en una iglesia. Viaja por diferentes partes de Colima, ve un mundo donde la gente sonríe y la vida continúa, mientras él se despide de su hijo, hasta llevarlo a una cueva, caracterizada por su silencio. El nombre del poeta nunca es mencionado en el corto. Es Sicilia, pero podría representar a todos.
El hijo del poeta es el cuarto cortometraje dirigido por Pablo Orta. Los otros son No verano, Capítulo 74 y el documental Un día en el mundo de César, en el que también participó como guionista.
Para este joven realizador el trabajo de dirección tiene sus emociones y compensaciones. “Se crea de la nada, se imita de la vida, lo cual me interesa mucho”. También tiene sus retos: “Desinhibirse y ser honesto con todas las personas que van a participar en un filme”.
En cuanto al trabajo de guionista, señala que uno de los retos es quitarse la duda de si lo que se hace es bueno o malo y pensar que salió por algo y vale la pena ser contado.
Los encargados de la producción, dirección, la fotografía, el sonido y edición son egresados de la licenciatura en artes audiovisuales, del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD).
Laura I. Ramírez Ruiz es la productora del cortometraje; Octavio Arauz estuvo a cargo de la fotografía y César Zayas, del sonido. La edición la realizó Samuel Kishi.
En la ciudad de Colima, en el Teatro Hidalgo, fue la ceremonia de premiación. Algunos de los requisitos consistieron en que el trabajo debía ser realizado en ese estado, referirse a un tema de Colima o grabado en esa misma entidad.
“Esto lo hace la Secretaría de Cultura de allá para fomentar la industria audiovisual y mostrar sus locaciones”, explica Laura I. Ramírez.
Lo actractivo del concurso fue uno de tantos factores que llevó a los involucrados a participar y responder a la convocatoria, cuenta Laura I. Ramírez. Sin embargo, Pablo Orta se sintió sorprendido. “Uno no hace las cosas para que ganen. Entonces fue una sorpresa grata”.
“La experiencia fue satisfactoria. Gustó mucho, mucho nuestro documental”, agregó Laura I. Ramírez.
La historia fue escrita en un día. El filme estuvo listo en tres semanas y media. El rodaje duró un fin de semana. En total invirtieron en el cortometraje alrededor de 10 mil pesos. Las locaciones fueron en barrio Nogueras, Comala y grutas de San Gabriel. El corto está dedicado a la memoria de Jesús Alger García.
El equipo que hizo posible El hijo del poeta hizo el cortometraje con una mirada fresca y diferente a la que tienen muchos cineastas de Colima, que están más familiarizados con los atractivos que hay en su estado.
La producción y posproducción fue realizada en Guadalajara. La historia sólo requirió de dos actores: Carlos Hugo Hoeflich, como el poeta y Emiliano Arauz, como el hijo del poeta.
Lo más difícil fue el trabajo de dirección del actor Carlos Hugo Hoeflich. “Teníamos poco tiempo de prepararnos con él y había que enfrentar situaciones duras emocionalmente. Él supo interpretar lo que pasa en la película”, explica Pablo Orta.
La Cooperativa Audiovisual fue la casa productora. Está conformada por jóvenes con diferentes formaciones y especialidades, que tienen como objetivo crear productos audiovisuales que sean de utilidad para la sociedad, que generen reflexión y conmuevan al espectador.

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