Kaiser Chiefs es uno de los muchos ejemplos que hablan de una época en donde la música respira nostalgia por el pasado. El grupo incorpora en sus canciones la tradición del rock inglés, particularmente el de finales de los setenta y principios de los ochenta, “aderezándolo” con pop que intenta ir más allá, aunque en momentos sus melodías puedan escucharse demasiado complacientes. Prueba de ello son los sencillos “I Predict a Riot” y “Ruby”, que cumplen con el propósito de capturar a través de coros y ritmos sofisticados, y que han llegado a colocarse en buenos sitios en las listas del Reino Unido, pero que dejan ver a una agrupación que todavía no ha conseguido formarse una personalidad lo suficientemente sólida.
Education, Education, Education & War, el nuevo álbum de los británicos, que está próximo a editarse, pero que ya puede escucharse en distintos portales en línea, no resulta una sorpresa en su totalidad, sin embargo, incluye temas menos pop como “Misery Company”, que adelantan un disco con posibilidades de mayor atrevimiento musical, algo que le vendría bien Kaiser Chiefs. El título del disco, una especie de manifiesto, invita a creer que el grupo abandona ese lado hedonista (característica en sus anteriores grabaciones), para instalarse en una posición quizá más comprometida.
Las especulaciones sobre esta producción quedarán atrás el próximo 21 de febrero, cuando Kaiser Chiefs llegue a esta ciudad para ofrecer un concierto en el Teatro Diana. El grupo intentará demostrar que no es uno de los sobrevivientes de un período en la música ensimismado por el pasado. La moneda está en el aire.