La travesía lírica de Ida Vitale

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Por ser una “fuerza poética en el ámbito de la lengua española” y una autora que “sabe renovar la tradición y afirmar la presencia de la modernidad”, la poeta uruguaya Ida Vitale recibirá el Premio de Literatura en Lenguas Romances 2018, que otorga la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).

El ensayista Efraín Kristal leyó el acta en nombre del jurado y afirmó que al dar este reconocimiento, consideraron la curiosidad insaciable de Vitale, “que se expresa con una fina ironía risueña, una mirada a veces directa, a veces tangencial, que recupera y reinventa las cosas y nos las hace ver de otra manera, con nuevos ojos”.

Vitale ha sido “lúcida y atenta al acontecer humano en la palabra y a partir de ella, su depurada voz poética, apegada al mundo natural, a las expresiones artísticas, y al transcurrir del tiempo vivido, sabe renovar la tradición y afirmar su presencia en la modernidad”, continuó Kristal.

Para los miembros del jurado “en su propia travesía literaria el significado de las palabras ha cambiado de sentido gracias a su capacidad inextinguible de revelarnos el mundo a través de la poesía”.

El Rector General de la Universidad de Guadalajara, Miguel Ángel Navarro Navarro, dijo que este premio permite a los universitarios encontrar a importantes actores de la vida literaria y cultural de México y el mundo.

“La Universidad de Guadalajara se llena de orgullo al participar en el reconocimiento a creadores, cuya obra caracterizada por su calidad estética y su universalidad refrenda la importancia que tienen las lenguas romances en el mundo. A lo largo de veintisiete años, el Premio FIL ha reconocido la trayectoria de poetas, narradores y ensayistas que han dedicado su vida a la creación literaria”. 

Aseguró que el Premio FIL puede ser visto como una ruta que conecta a la lengua española con el francés, el italiano, el catalán, el rumano y el portugués, para enriquecer el camino de los lectores que buscan en la literatura el impulso de su propia imaginación y creatividad.

“Este premio siempre será una ventana donde nuestra comunidad universitaria y el público lector podrán asomarse a descubrir obras literarias del más alto nivel”, indicó.

El presidente de la FIL, Raúl Padilla López, dijo que la Feria ha sido, desde su fundación hace treinta y un años, uno de los espacios más propicios a nivel global para la convergencia de las lenguas vivas a través de la literatura contemporánea.

“Esta fiesta es la plataforma más importante en habla hispana, donde se encuentran miles de amantes de las letras. Tan sólo el año pasado más de ochocientos escritores, provenientes de cuarenta y un países; más de dos mil sellos editoriales; más de veinte mil profesionales del libro y más de ochocientos mil visitantes, dieron vida a nuestra feria. Esta celebración de la literatura orbita en torno al máximo galardón que otorga la FIL, y con éste rendimos homenaje a quien, mediante su obra, exalta el esplendor de las lenguas neolatinas, en sincronía con el espíritu y el pensamiento contemporáneo”, afirmó.

Dijo que a lo largo de veintiocho ediciones el premio ha permitido acercarse al imaginario de autores como António Lobo Antunes, Julio Ramón Ribeyro, Olga Orozco, Claudio Magris, Margo Glantz y Emmanuel Carrère, entre tantos otros.

Volver al México de sus recuerdos
“Casi todo lo bueno me viene de México, todavía”, expresó con emoción Ida Vitale unos minutos después conocer que este año el premio FIL en Lenguas Romances 2018 estará en sus manos. Es la primera mujer en ocho años en recibirlo.

Con “sorpresa y estupefacción” la traductora, periodista y ensayista recién de vuelta en su natal Uruguay, recibió la llamada desde Guadalajara que le sirvió para hacer públicas sus primeras impresiones luego de recibir la noticia.

Y esas primeras palabras estuvieron dedicadas a México, el país al que llegó huyendo de la dictadura militar de su país en 1974 y que la acogió por poco más de una década. Años en los que conoció a poetas que después se convirtieron en sus referentes: Octavio Paz, Efraín Huerta y Marco Antonio Montes de Oca.

“No tengo igual gratitud para ningún otro país en el mundo. Ojalá México siga siendo un refugio para los que andan un poco perdidos por el mundo, hasta ahora creo que sigue siendo y eso es una felicidad para todos, porque van a seguir encontrando los brazos de México”, expresó. 

Nacida en Montevideo el 2 de noviembre de 1923, la escritora perteneció a la llamada Generación del 45. Estudió Humanidades y fue profesora hasta su exilio. En territorio mexicano fue parte del Consejo asesor de la revista Vuelta, fundada por Paz y del diario Unomásuno.

Entre la incredulidad y la felicidad que se desbordaban en sus palabras a la distancia, la poeta habló de sus años en México, del papel de la poesía “cada vez menor” en importancia y que es considerado como inútil por muchos.

“Quizás para algunas personas la poesía no sea inútil y lo único que puede esperarse es que algunos se interesen más”, concluyó.

Aseguró que la poesía se queda en la cotidianidad como se quedan los recuerdos de infancia y de una manera “incontrolable e indiscernible”. 

Para Vitale recibir el premio es un soplo de vida a sus 94 años y a tres años del fallecimiento de su esposo, el poeta uruguayo Enrique Fierro.

“Es una sobrevida, porque pude haber desaparecido del mundo de los vivos desde hace rato, es una prolongación y me da un poco de energía”, dijo.

Además del Premio FIL, Vitale ha recibido el Premio Internacional de Poesía y Ensayo Octavio Paz; el Premio Internacional Alfonso Reyes; el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana; el Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca.

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