Martha Toledo

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    Historia particular: nací en la selva de los Chimalapas, Oaxaca. Soy la novena hija de padres zapotecas. Ellos emigraron a la selva en los tiempos de su juventud. Crecí en una comunidad que no había luz eléctrica. Así que mi infancia estuvo enmarcada por los cielos estrellados, las noches de luna llena, los sonidos de los ríos, los árboles inmensos. Creo que tuve una infancia feliz.
    Cambio de casa: más tarde vine a vivir a Ixtaltepec, una comunidad zapoteca. Ahí pasé la etapa de mi adolescencia, más o menos hasta los 15 años, hasta que conocí al que sería más tarde mi esposo. Me casé a los 17 años. Luego me fui a vivir a Juchitán y ahí reafirmé mi identidad como mujer indígena: aprendí como usar la ropa típica, a escoger los colores de las telas, cómo bordarlo y cómo relacionarme con otras mujeres.
    Orgullo ancestral: amo a las mujeres y hombres de mi tierra. Estoy muy orgullosa de mi suelo y de portar el traje. Yo creo que ser diferentes es una cualidad.
    El gusanito: he cantado toda mi existencia, desde niña, aunque nunca lo hice de manera profesional. Cuando pude hacerlo me casé. Estoy muy contenta de vivir en Juchitán, pero siempre me hizo falta desarrollar ese lado. Así que me dediqué muchos años a hacer fotografía, porque necesitaba registrar lo que sucedía a mí alrededor.
    Propuestas: hace tres años recibí propuestas para hacer un disco, así que tomé clases de canto. La mayoría de las canciones son composiciones de un profesor zapoteca. En este disco Lluvia de sueños canto a capela.
    Mujeres zapotecas: las mujeres de allá somos muy fuertes, gordas. Vivimos la vida con gran intensidad. Yo he recorrido muchos países, he viajado mucho, y en ningún sitio hay tanta fuerza y energía como ahí. La supervivencia se vive con mucha pasión, tanto los rituales de la vida como de la muerte.
    La economía: Hay un profundo respeto hacia la madre, la mujer en general, que es la que maneja la economía. Los hombres le dan a ella el dinero para que lo maneje. Lo primero que hacemos es tener una casa, luego ahorramos en oro. En caso de divorcio, la casa y el oro son para las mujeres. La sociedad gira alrededor de las ceremonias que están hechas por las mujeres.
    Declaración de amor: Nos gusta cocinar, alimentar a la familia, tal vez comemos demasiado. Una de las más grandes declaraciones de amor que un hombre puede hacerle a una mujer zapoteca es decirle que nunca le va a faltar el alimento.
    Relaciones: hemos establecido una red de estrechas relaciones en la cual se sustenta nuestra economía.
    Wall-Mart en Juchitán: Para nosotros tener precios económicos no es importante. Nunca hemos sido pobres. El dinero es energía, por lo que es terrible que salga del país. Si yo compro en Wall-Mart le estoy dando mi energía a esa empresa anodina y la estoy alimentado para que siga existiendo. Y qué hace Estados Unidos con ese dinero nuestro: atacar a Irak, Afganistán y puede invadir a Cuba en cualquier momento.

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