Martín Cortés es un activista que ha participado en distintos movimientos sociales en México. Su lucha, sin embargo, no es bien vista por un grupo de políticos y empresarios, que al paso de los sexenios ha firmado un pacto de impunidad para rolarse el poder entre ellos, y con esto poder saquear los recursos y la riqueza de la nación.
A Martín, y a otros activistas incómodos para el poder, deciden exiliarlos en una operación de un sólo día, en el que con el apoyo de aeronaves de distintos países que simpatizan con el régimen de impunidad mexicano, sacan del país a estos ciudadanos para confinarlos en una isla deshabitada, la Isla Berenice, junto a otros menesterosos y desposeídos.
Esta es la premisa de la novela Las tablas vacías, un relato que avanza, a lo largo de 104 vertiginosas páginas, en una línea delgada entre la ficción y la realidad política de México —a veces más cruda que cualquier circunstancia que conciba la imaginación— y que José Ramón Velasco Medina, académico del Centro Universitario los Valles, presentará en la Feria Internacional del Libro.
“Puedo decir que Martín Cortés, nombre ficticio, soy yo. Como soy originario de Ameca, tomé el nombre de quien fue el último gobernador indígena y último descendiente directo del Tlatoani”, dice en entrevista Velasco Medina.
En la novela se habla de todos los presidentes, aunque sea de forma indirecta, con nombres como Enrique Peña Loza de Concreto, Carlos Salas de Economía o Miguel M. Hurtador.
El libro, si bien está escrito en un lenguaje digerible y para todo público, también requiere que el lector cuente con cierta formación social y política.
“Es un trabajo novelesco que roza los límites de la crónica periodística, que aborda acontecimientos de las últimas cinco décadas donde confluyen distintas generaciones; algunas veces en calidad de testigos presenciales y otras como copartícipes de procesos con dígito final de común denominador: 1968; 1988 y 2018”, señala el prologuista del libro, el embajador retirado Salvador Casián Santos.
Casián Santos agrega en su prólogo que este texto literario, no por breve, deja de ser fenomenal, pues “semejando al tequila, fue elaborado bajo cánones del reposo y añejamiento desde suelo jalisciense a partir de 1987”, ya que el autor duró 31 años en escribirlo.
Velasco Medina es egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales la UNAM, donde estudió Relaciones Internacionales, y cuenta con maestría en educación. Es académico de la Universidad de Guadalajara desde hace 28 años y actualmente es el jefe de Unidad de la Biblioteca del CUVAlles.
También se desempeñó como periodista y vivió en Canadá en 1988 como refugiado político, porque participó en la Corriente Democrática de Cuauhtémoc Cárdenas.
“He trabajado en distintas regiones como funcionario de centros universitarios y en este libro también reflejo lo que he conocido en aquellas poblaciones, como la costa de Jalisco”, apunta Velasco Medina.
“Ojalá estás nuevas generaciones tomen conciencia de este tipo de trabajos que hacen un recuento de los últimos 50 años en los acontecimientos políticos sociales de México, los cuales repasamos a propósito de esta trama de ficción”.
Es que de los hechos ocurridos el pasado 1 de julio de 2018 —fecha en la que comienza el relato de la novela— aún no se conocen sus consecuencias. Pues como explica el prologuista Casián Santos, “al momento, México es una moneda al aire”.
La presentación se realizará el 30 noviembre de 2018, en la Feria Internacional del Libro (FIL), en el Stand H 12 del Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad de Guadalajara (STAUdeG) a las 8 de la noche.
Moderará la mesa Antonio Rodríguez Ruiz y los presentadores serán Salvador Casián Santos; el ex diputado vicepresidente del Congreso de la Unión, Uriel López Paredes y el autor.