He leído los proyectos de contar con un tranvía que corra de avenida Juan Gil Preciado y Arco del Triunfo hasta la glorieta de la Normal, y el otro la implementación de una zona de tráfico tranquilizado. Ahora sí me reí.
Primero, instalar un tranvía no estaría mal y así evitaríamos tantos automóviles, pero dónde instarlo, acaso ¿quitar el camellón central de las avenidas Juan Pablo II (antes Laureles) y ívila Camacho? ¿Se han puesto a pensar en el daño ecológico que sufriría la ciudad al talar los cientos de árboles que hay en esas vías? De por sí en balde nos quejamos del calor por allá de abril a junio, ahora con esto, ¡imagínense! Tal vez me esté adelantando a los hechos, pero con eso de que cuando iniciaron las obras en Tesistán numeraron todos los arbolitos, y no por censo, sino porque ya estaban casi listos para derrumbarlos y comenzar la instalación de la línea 3 del Tren ligero. Así que mejor que pase por los costados, ¿no? Por donde deben circular los minibuses: el primer carril. Espero tomen en cuenta la opinión de los automovilistas, y no sólo la de los camioneros y usuarios.
El segundo proyecto qué decir, con eso que proponen que vialidades del centro de la ciudad sean un tipo así como calle–bici, de manera que un ciclista podría ir adelante o atrás de un auto, los cuales circularían a 30 kilómetros por hora. Ajá, sí cómo no. ¿Cuántos agentes de vialidad vigilarán?