Movimiento ciudadano como proceso civilizatorio

    966

    La crisis de credibilidad que enfrentan hoy los partidos políticos y las instituciones de la república no tiene precedente en la memoria colectiva de la actual generación de mexicanos. El pragmatismo y la mercadotecnia insultante han sustituido a la ciencia política que otorga principios, valores y sentido humanitario al ejercicio del poder.
    Esta es la opinión del secretario general del STAUdeG, Carlos Orozco Santillán, acerca de los movimientos ciudadanos como proceso civilizatorio.
    “Como sucede en gran parte del mundo globalizado, particularmente en Europa, en México la fuerza de los ciudadanos y sus causas concretas están configurando una sociedad crecientemente crítica y participativa, capaz de arrancar decisiones del Estado que hacen progresar a la nación”.
    Añadió que ejemplo de ello serán las próximas elecciones del 2006, cuando el país alcance la verdadera gobernanza a través de una democracia participativa, incluyente y plural, y más allá de la gobernabilidad que la clase política requiere para alcanzar la reforma de Estado que demandamos los mexicanos, pues la degradación de la república por el actual ejecutivo no pasa desapercibida para el ciudadano común.
    “Por ello, el movimiento social más pertinente es aquel en que hemos evolucionado del movimiento urbano popular que inspiró la ortodoxia socialista de los años 70 a las causas colectivas más representativas de la democracia moderna en un movimiento ciudadano que, a diferencia de aquel, no requiere de caudillismos sino de inteligencias, de razones, y de propuestas para encontrar eco en este que es, sin duda, el proceso civilizatorio que habrá de caracterizar la lucha social en el siglo XXI”.
    Muestra de la perseverancia y el coraje de la ciudadanía en la lucha por sus causas, han sido en las movilizaciones por la defensa del lago de Chapala, del estero El Salado, por el mejoramiento y no autorización del incremento a la tarifa del transporte público, de la defensa de grupos vulnerables como los adultos mayores, de las personas con capacidades diferentes, los niños o contra el abuso de la autoridad, como es el caso de los altermundistas detenidos aquel 28 de mayo en Guadalajara.
    Agregó que con esa visión de las causas reivindicativas podrán recuperarse los “Sentimientos de la nación” en los que Morelos se avergonzó, hace casi 200 años, de una exclusión social que hoy prevalece ante la opulencia de unos cuantos que lo tienen todo y una mayoría que carece de lo más indispensable.

    *Jefa de la Unidad de
    Comunicación Social
    Visite nuestra página www.staudg.org

    Artículo anteriorVíctor González ílvarez
    Artículo siguienteHay que utilizar más la bicicleta