Primero deseo felicitar a Rafael Infante Delgadillo (RID) por su artículo en la página 2 del número 388 de Gaceta acerca del papismo (http://www.comsoc.udg.mx/gaceta/gaceframes.htm).
RID tiene sus razones al hacer tales planteamientos, pero quiero establecer algunas precisiones.
De forma sorprendente, RID usa conceptos y términos sin entenderlos cabalmente. Errores de concepción, en el mejor de los casos.
De acuerdo al planteamiento de su primer párrafo, realicé una pequeña encuesta con la pregunta “¿Ve usted en el papa a un dios?” A pesar de la ambigí¼edad y lo mañoso del enunciado, en contra de lo que afirma RID, la mayoría contestó que “no”.
Él mismo es el primero en afirmar que el papa “sin duda se ganó una vida eterna”, pero se contradice al sugerir que posiblemente en el averno. De ser así, no la llamaríamos vida, sino muerte eterna o “segunda muerte” (Ap., 20, 6). Además, debió decir “la” y no “una vida eterna”, porque no hay más de una. (Jn. 3, 15; Lc. 8, 30).
Su cita bíblica es desatinada, porque el mensaje va dirigido a una comunidad en la tierra y porque “la ley no domina sobre el hombre, sino mientras vive” (Rm. 7, 1). Después queda a juicio de Dios y no de cualquier mortal: “…juzgando a otros, a ti mismo te condenas…” (Rm. 2, 1-11).
Nadie va al cielo por el hecho de ser quien es, sino por fidelidad a Cristo, o mejor, con las propias palabras de RID, en párrafo 7: “por algo que se debió hacer y se hizo bien. “[…] te probaré por las obras mi fe.” (St. 2, 18) y “el justo vivirá por la fe” (Rm.1, 17).
El católico tampoco se salva por el simple hecho de serlo, menos rechazando verdades de fe.
Según RID, papa significa “Pontífice Apóstol Pedro Augusto”, pero esto no es definición, sino un simple acrónimo, que ni siquiera aparece en internet. Sin embargo, 14 fuentes consultadas coinciden en que “papa” significa “padre”, y más propiamente, “papá”.
Se dice que también es acrónimo (no definición) de Petri Apostoli Potestatem Accipiens: el que sucede al apóstol Pedro.
Después de aventar piedras, RID esconde la mano. Primero demuestra total falta de respeto: “Yo les digo que están equivocados”, y concluye farisaicamente: “Respeto las creencias de cada quien y espero que sea recíproco”. Para él, “respeto” es también otra palabra hueca.
Esteban Santana S., licenciado en docencia del inglés como lengua extranjera.
