Poema de amor

3006

Estoy navegando sobre aguas tormentosas
para estar cerca de ti, para ser libre

Rod Steward
a J.D.

Pintaré grandes acuarelas y me aventuraré sobre murales.
Montaré coreografías y aprenderé a tocar el violín.
Me cuidaré la piel y el cabello y
el brillo de los ojos
y observaré a los gatos moverse
para imitarlos al momento de hacerte el amor.
Te murmuraré al oído.
Te diré que estoy viva
que mis nervios palpitan locos
a la altura de mis sienes.
Alargaré una mano para recordar todo tu cuerpo
para sabérmelo de memoria
y poder así, reconstruirlo en la arena,
en la tierra roja –entre el smog-.
Tu boca será océano
y nuestras lenguas –los peces.
Atraparé la luminosidad cósmica
y la depositaré sobre tu vientre
para que tu simiente se cubra de energía.
Tu dulzura me ha llenado toda.
Los guernicas se volverán amaneceres rojos y
te buscaré entre las cuevas prehistóricas
entre los frescos romanos.
Te amo con un amor histórico
con el amor de las mujeres que amaron antes que yo.
Te amo con todas sus sensaciones.
Y AHORA ME TOCA A MI
Yo soy lo más importante.
Y lo que siento me asusta, me intimida.
NO QUIERO LIMITES.
NO QUIERO LEYES.
Ante la historia declaro
y ante nadie más:
TE AMO.
Por esas gentes que piensan
que no tienen un siglo ni una historia
-ni un arte que defender-
defiendo tu amor
como defiendo los árboles y la lucha cotidiana
contra lo cotidiano.
Más allá de lo mediocre, te amo.
Más allá de lo simple y cómodo.
Más allá de los ritos sociales,
del erotismo y las pinturas japonesas
de las incursiones de Isadora Duncan
en el movimiento.
TE AMO.
Mi amor es dialéctico.
Avanza a pasos agigantados
y se me adelanta.

Lo guardo en mi último átomo capaz de resistir
todas las revoluciones galácticas
hasta que exploten el sol
y los demás planetas.

KYRA GALVAN
Selección: Filemón Hernández

Artículo anteriorMaría Esther Franco
Artículo siguienteLa apatía estudiantil en la política