Guadalajara tiene que dejar de crecer. Mientras se sigan incentivando las exportaciones y el crecimiento del PIB la gente seguirá estableciéndose en esta ciudad, y habrá mayores necesidades sociales. El gobierno tiene que incentivar otro tipo de actividades económicas, relacionadas con proyectos de restauración ambiental, revitalización de cuencas y proyectos de reutilización urbana y de edificios.
Esto lo destacó Salvador Peniche Camps, académico del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), quien junto con Martín Guadalupe Romero Morett, jefe del Departamento de Economía de dicho centro, son los autores del libro Guadalajara. En busca de una ciudad mejor para vivir plenamente, presentado en el marco del Primer Festival del Medio Ambiente.
Peniche Camps resaltó la necesidad de terminar con el modelo de bajos salarios y flexibilización de las leyes ambientales, utilizadas como un gancho y un imán para la inversión extranjera.
“Si no resolvemos adecuadamente la incompatibilidad entre el modelo de consumo de la especie humana con las necesidades de la biósfera, y si no adecuamos nuestra forma de vida a la capacidad de carga que tiene el planeta, la especie humana estará condenada a extinguirse”, observó el diputado José Trinidad Padilla López, quien participó en la presentación del libro.
Destacó que la lógica que ha impulsado el desarrollo del capitalismo en el crecimiento de las ciudades ha sido un enfoque basado en la economía neoclásica, que coloca el sistema de precios como el principal criterio de ordenamiento de los sistemas urbanos, lo que genera una dinámica incompatible con el entorno habitable.