La productora Séptima generación, compuesta por alumnos del Departamento de Imagen y Sonido, del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño, presentaron el pasado 14 de diciembre, cinco cortometrajes en el Cineforo de la Universidad de Guadalajara.
Oídos sordos, dirigido por Ernesto Rivera; Los lentes, de Francisco Jiménez; Tráeme tu amor, de Saúl Cantero; Don Pancho, de Angélica Sotelo, y Ojos que no sienten, de ílvaro Moreno, fueron proyectados en la pantalla del espacio universitario dedicado al séptimo arte, junto con trabajos anteriores de la misma productora, como Historia de un matrimonio, de Sofía Gómez, y el documental Réquiem, que retrata la vida de los adeptos al movimiento punk, con la dirección de Oswaldo Martínez.
Estos trabajos fueron hechos entre la última semana de septiembre y la primera de octubre, con la asesoría y apoyo logístico del Departamento de Imagen y Sonido (DIS) que dirige Boris Goldenblank, el patrocinio de empresas privadas e inversión propia. El costo de cada trabajo osciló entre los tres mil y 10 mil pesos, de acuerdo con el productor Gonzalo Estrada.
Los lentes, de Francisco Jiménez, fue la última producción realizada en octubre, con un costo original de ocho mil pesos, mismo que fue reducido a cinco mil, expresó Estrada. La historia trata de una chica que se encuentra en una encrucijada: Ana, de unos 25 años, tiene que decidir entre permanecer al lado de su padre, Felipe –un hombre maduro, jubilado, quien en esos momentos está enfermo y tiene que someterse a una riesgosa operación–, o su amor propio.
El ingrediente que da sabor a la trama es la deteriorada relación entre los protagonistas, a causa de la muerte de la madre y esposa, ocurrida algunos años atrás, que disparó la altanería de Felipe y la hipersensibilidad de Ana.
Los lentes es una historia original de la escritora tapatía Ana Bertha Barragán y fue leída por el director Francisco Jiménez, quien al conocer la historia, le atrapó ese tema de disyuntivas que deben ser enfrentadas en la vida. Durante tres meses, Jiménez y Estrada fueron la cabeza de la pre-producción, para así, en octubre pasado, iniciar los trabajos con la ayuda de los casi 15 integrantes que conforman la productora, todos pertenecientes a la generación número siete del DIS.
Una de las historias más complicadas de realizar, comenta el productor, fue Don Pancho, de Angélica Sotelo, pues su realización tuvo lugar en el municipio de Acatlán de Juárez, Jalisco. “La narrativa es de un anciano que durante un día empieza a tener ciertos conflictos, ciertas peripecias, aunque existe un giro inesperado que da la directora a la trama”.
