Cubierto de hierba y maleza se encuentra el puente, con más de cien años de antigí¼edad, localizado en el cruce de las avenidas Américas y Montevideo, en la colonia Providencia de esta ciudad. Fue construido a principios del siglo XIX, con piedra, cal y arena y era el antiguo camino a los Colomos.
Hoy no recibe por parte de la “autoridad municipal”, el mínimo mantenimiento indispensable para su conservación ni parece que al Instituto Nacional de Antropología e Historia le preocupe dicho patrimonio cultural.
La hierba y maleza que lo cubre, invade uno de los carriles de circulación de la avenida las Américas, y no falta el graffiti, común por toda la zona metropolitana de Guadalajara. Además, hay en el sitio tres lámparas de alumbrado público, que en las noches no encienden y el lugar se vuelve riesgoso para los transeúntes.
De acuerdo con la fracción III, numeral 1, artículo 69, del Reglamento de la administración pública municipal de Guadalajara, el gobierno de la ciudad tiene la obligación de “realizar los trabajos de mejoramiento, conservación, hidrolimpieza y, en su caso, gestionar ante las instancias competentes las restauraciones o reparaciones en pisos y muros de plazas, monumentos y edificios públicos”, lo que en este caso no se ha hecho, en perjuicio del cuidado que un inmueble antiguo requiere para su conservación. Legalmente, omisión también es corrupción.
