“El Sol” y “La Luna”, murales de José María Servín, ubicados en el vestíbulo del Teatro Diana, fueron restaurados por docentes y alumnos de la Escuela de Conservación y Restauración de Occidente (ECRO), trabajos que abarcaron del 27 de junio al 5 de julio, en su última etapa.
Durante el informe de resultados, Gustavo Alemán Castañeda, uno de los coordinadores de los trabajos, dijo que en 2006 la ECRO ya había realizado algunas restauraciones en ambos murales. “Hay que hacer historia, durante las labores que se hicieron de transformación del sitio, estos murales siempre permanecieron aquí. En 2006 se hace la primera restauración y consideramos pertinente realizar una revisión de nuestros trabajos”.
Explicó que se hizo un diagnóstico y se determinó que sí era necesario hacer una intervención y trabajaron con veinte alumnos, lo que permitió restaurarlos en un corto lapso y con resultados satisfactorios. “Presentaban golpes, pérdida de pintura y de capa pictórica, fisuras y abrasión, entre otros daños”.
Los trabajos en los murales, que cuentan con alrededor de sesenta años de antigüedad, consistieron en una limpieza general, con brochuelo, fijación de la superficie con primal para dar estabilidad a la capa pictórica, limpieza con agua destilada, resane con pasta de cal, texturización de resane y reintegración cromática.
Alemán Castañeda señaló que fue una intervención breve, pero indispensable para estabilizar los murales. “Atendiendo la cuestión de estabilidad material. La cuestión estética no estaba tan alterada, pero requería tratamientos muy puntuales”.
La arquitecta Mara Pimienta Sosa señaló que los trabajos empezaron desde el año pasado con una etapa de diagnóstico, y luego realizaron algunas recomendaciones para su conservación preventiva, que van desde la instalación de fichas con información de las obras, así como la utilización de una iluminación especial, recubrimiento contra luz ultravioleta, entre otras acciones en las que ya trabajan los administradores del teatro.