Teri Gender Bender

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Teresa Suárez encontró una condición insólita en el álter ego de Teri Gender Bender, un estado íntimo, explosivo y contradictorio, que tiene como particularidad la conjunción de la música y la poesía. La cantante de Le Butcherettes alcanzó el mercado estadounidense con Sin Sin Sin, un álbum cobijado por el sello de Omar Rodríguez López (The Mars Volta y At the Drive-In), que además originó giras con importantes grupos como Deftones. Cry is for the flies es la segunda producción discográfica de esta agrupación de garage rock, una placa que está próxima a estrenarse. Paralelamente, Teri Gender Bender forma parte del proyecto Bosnian Rainbows, un grupo con un estilo musical “menos estridente”. La también escritora presentó recientemente El caparazón perdido, un libro reeditado por la asociación Female Sessions y Porrúa, que posee como directrices la provocación y cierta ingenuidad.

Mainstream
Trataré de ser lo más sincera. Siempre pensé fuera de la caja, porque desde niña mi sueño era conocer a Jack White. Pero fui creciendo y dije: “No, cómo que conocer a Jack White”. Está bien que lo conozcas, pero llegará un día en que harás música con él o le abras un concierto. Cuando sucedieron esas cosas comencé a apreciarlas. Así que nunca presumí, ni le decía a mis amigos: “Oye, fue todo para mí”. Después fue algo normal: girar y tocar. Dejé de poner las cosas en un altar. Lo vi como “esto va a ser mi vida”. Sé que suena feo decirlo así, pero te lo tienes que creer (para un poco y dice con tono profundo), es que hace poco me di cuenta que estamos viviendo en el planeta tierra, estamos en el espacio, y esta galaxia está en medio de millones de galaxias. Así que si eso es posible, es probable que cualquier persona pueda cumplir un sueño.

Rabia
En mi tiempo libre me tiro en la cama y me pongo a tejer. Estoy bendecida por estar en esta situación, donde estoy tocando y pasándomela increíble. Ya no tengo ese coraje, no tengo la rabia. Al principio estaba, chin… qué voy a hacer, y una amiga con sabiduría me dijo: “Usa la felicidad también para escribir”.

 

Le butcherettes
Terminamos el segundo disco. Fue grabado en Los Ángeles, California. En este álbum participa Omar Rodríguez, Lía (la nueva baterista) y yo. Nos encerramos en el estudio y nos olvidamos del mundo. Es un disco más oscuro que el primero, pero en cuanto a técnica, algo que les importa a los músicos de verdad. Su título es Cry is for the flies. Con Rainbow Bossnian estamos escribiendo un nuevo disco. Es un álbum en español, con canciones más pop, que siento son más positivas. Hay que admitir que uno busca sus personajes, sus álter egos en cada cosa, sobre todo yo, porque soy una obsesionada compulsiva, siempre estoy organizando todo.

 

Caparazón perdido
Hay mucha agresión, mucho odio hacia mí misma y odio hacia el mundo. Los poemas están un poco limitados, en el sentido de que se quedaron en el hoyo del sufrimiento y las moscas. Pero está bien, porque es como decir: “Ay, tuve una operación y me sacaron el tumor”. Ahora estoy tratando de salir de eso, aunque me gusta Sylvia Plath y Anne Sexton, pero todo su trabajo es oscuro. Me encantaría encontrar algún escritor (que seguro sí lo hay) que pueda hablar de ambos lados, de lo oscuro y de lo hermoso, y hasta de lo que está en medio. Es un libro de mi adolescencia, de cuando perdí a mi padre. Nunca hice las paces con él. Estoy en una etapa en la que necesito ser iluminada, en la que ya no quiero negar que tengo un ego… sí, tengo un ego enorme, y quiero matarlo, porque antes me hacía la fría. Soy un ser sensible. No quiero tener vergüenza de siempre estar temblando.

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