Cuando Kimbra editó su primera placa, no ocurrió una repercusión instantánea en lo referente a la popularidad que puede alcanzar una cantante de sus características. Nacida en Nueva Zelanda, la también compositora obtuvo el reconocimiento internacional hace un par de años, debido a un tema de corte pegajoso llamado “Somebody That I Used to Know”, incluido en Making Mirrors, de Gotye.
Con su segundo álbum, Kimbra está en la búsqueda de crecimiento, y eso que continuamente llamamos “estilo propio”, algo que puede apreciarse en varios temas que destacan por el manejo de la voz, el juego discreto de electrónica, y una considerable fracción de pop. The Golden Echo se traduce en una grabación luminosa, un disco de manufactura complaciente, en donde la cantante recurre a nuevas posibilidades de proyección, quizás en un momento en que las condiciones son más propicias para destacar de manera individual.