El miércoles pasado me dirigía a mi oficina, tomé como diario la ruta 644-A Pintas. Era la unidad con número económico S-2090, la cual cuenta con rampa para discapacitados, y se iba saliendo de su derrotero actual con el fin de hacer menos tiempo.
Al llegar a la calle Emiliano Zapata y Juan de la Barrera (8:45 AM), una persona en silla de ruedas pidió la parada como pudo (ya que tenía parálisis en el cuerpo e iba sola). Paró la unidad y le gritó a la persona discapacitada que le estaba fallando el control de la rampa.
Sin intentar siquiera, cerró la puerta y arrancó. Lo dejó tomando el sol otra hora, que es lo que tarda aproximadamente en pasar otra unidad. La gente estaba consternada por el suceso, sin embargo él camionero sin pena alguna hasta usaba las gasolineras como vías rápidas para rebasar. ¿Tiempo o falla mecánica?
No es posible que hagan eso. Además, no nada más seleccionan a las personas que puedan subir por sí mismas, sino que hasta hacen un filtro antitransvales. Camiones sucios y descoordinados, ¡ah! pero eso sí, con subsidio. ¡Ya basta!