En el poema “Canción para cantarse en una ola”, dice José Emilio Pacheco que “un caracol eterno son el mar y su nombre”. Ahora que él es el homenajeado del Encuentro Internacional de Poetas y el Arte “Letras en la mar”, en Puerto Vallarta, podría reafirmar esa certeza.
Es de aplaudir que gracias a la cátedra Hugo Gutiérrez Vega “El periodismo cultural y las letras”, durante cuatro días, que van del 12 al 15 de abril, los vallartenses se nutrirán con un espectáculo menos popular que el que ofrece media ciudad de Guadalajara, que se va de “antro” a ese puerto, junto con las springbreakers, que se desnudan a la menor provocación.
Un encuentro de poetas en el que participarán Pacheco, Gutiérrez Vega, Juan Gelman, Fernando del Paso, entre otros, no suena al tipo de atracción que normalmente buscarían los turistas en una playa; ni aun cuando los imagináramos recitando su poesía en traje de baño frente al malecón. Pero sí permite pensar en la importancia de llevar lo que llamamos “cultura” a otros ambientes que no sean los lugares comunes y centrales.
Tal vez así pueda irse cumpliendo el deseo de Gutiérrez Vega de que la poesía debe ser “un artículo de primera necesidad”, cosa que está lejos de suceder para la literatura en general. Sin embargo, no pocos ignoran que al género poético se le deja de lado en un país que de por sí no lee; han sido los mismos grandes consorcios editoriales —casi siempre extranjeros— los que han decidido que vale más la pena promocionar y vender novelas.
Los pocos espacios que existen para la poesía se han conseguido gracias a la buena voluntad y terquedad de los mismos de siempre. Uno de ellos obviamente es Gutiérrez Vega, quien aprovechando la creación de la cátedra que lleva su nombre, la ha sacado de su sede, que es el CUSur, para ligarla al CUCosta, y se ha aventurado a capitanear sus “Letras en la mar”, y así aprovechar, como ha hecho saber a quienes coordinan su cátedra, los espacios universitarios para acercar la literatura a los jóvenes.
El propio secretario académico del CUSur ha dejado en claro lo esencial que resulta este encuentro poético, ya que reconoce que la divulgación cultural y literaria en la región aún no pasa de ser incipiente.