Aunque Alejandro Luna está más acostumbrado a vestir escenarios para puestas teatrales, se desenvuelve bien en otro tipo de eventos, como fue el diseño escenográfico para el XX Festival internacional de cine, que dio inicio el viernes pasado en el teatro Diana.
Por ello muchos lo consideran un “monstruo” de la escenografía, razón por la que fue brevemente reconocido en la apertura de esta fiesta cinematográfica, con un nombramiento especial a quien más allá de vestir escenarios se ha convertido en un amigo de la Universidad de Guadalajara, como asesor en la restauración del teatro Diana y del Auditorio metropolitano, del Centro Cultural Universitario.
Aunque uno pudiera creer que “decorar” un escenario para una ceremonia cualquiera resulta más sencillo que crear toda una atmósfera como complemento a una historia en danza, teatro u ópera, en realidad el trabajo no fue nada fácil.
“Lo que me interesaba, además de usar las instalaciones del teatro recién inaugurado, es que el espectáculo fluyera en forma dinámica. Es un espacio bastante más grande que el Degollado, las distancias son más largas. Entonces resulta necesario ‘amplificar’ a los participantes. De ahí el uso del circuito cerrado, la proyección de videos y la parte musical, de manera que todo el público pudiera experimentar la presencia en vivo de las personalidades.
“Una puesta en escena tienes un tema, una historia que contar, cosa que facilita la definición del espacio”.
En estas ceremonias hay un poco de todo. Están los homenajeados, las autoridades, la película, un número musical… El espacio es grande y parte del trabajo es propiciar que la gente no se pierda”.
Alejandro Luna, con más de 40 años en la profesión, estudió las carreras de teatro y arquitectura en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Se piensa a sí mismo como autodidacta, “pero muy privilegiado”.
“En México no hay dónde estudiar escenografía. Existe una escuela en Bellas Artes, que no la recomiendo. Es una escuela que lleva 20 o 30 años, pero nunca he visto que salga un escenógrafo profesional. Así son las cosas en Bellas Artes. Tampoco ha salido un músico.
“Las universidades estadunidenses poseen un departamento de teatro con todas las especialidades. Aquí la UdeG no lo tiene, ni la UAM, ni la UNAM. No hay tal cosa. Los que quieren hacerlo están obligados a estudiar en el extranjero o a ser autodidactas”.