Si eres de los que piensa que el rock ha muerto cuando lees la noticia de que Maluma acaba de sacar un nuevo disco, o que el reggaetón es el género musical más buscado en YouTube, quizá la novela Esto no es una canción de amor es para ti.
Esa actitud intransigente por sacralizar el pasado que uno vivió y pretender imponerla como la mejor de los tiempos (al menos en aspectos musicales) la pone en duda la escritora Abril Posas, en este libro editado por Paraíso Perdido.
La escritora, quien estudió Letra Hispánicas en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), busca expiar esa nostalgia que invade a muchos adultos que crecieron durante los años 90.
La protagonista es Romina, una mujer treintona, quien es integrante de la banda de rock de covers Los Incómodos. «Ella dice que la mejor música ya se escribió, que todo lo nuevo es una repetición de lo que ya se conoce».
«Me di cuenta de que a medida de que somos mas viejos nos hacemos más necios y creemos que el pasado siempre fue mejor».
«Lo que quería con la historia era burlarnos un poco de nosotros, que decimos que se las nuevas generaciones no saben apreciar la nueva música».
Es una historia con momentos de humor, con un alma que conmueve en ciertos momento. Incluso en Spotify se puede escuchar una playlist con la música que representa a la banda de Los Incómodos.
El miedo detrás de defender el pasado
Uno de los mejores momentos que recuerda Romina es cuando salía de viaje con su mamá durante el verano. Ambas llenaban el vocho modelo 1985 de comida chatarra y casetes con la música de Rocío Dúrcal, Dulce, Los Teen Tops.
«Su mamá no era rockera, pero a Romina le asombraba que era una mujer rebelde, pues hacía las cosas a su manera. No se identificaba si quiera como feminista, pero a su propia modo lo hacía», compartió Abril Posas.
Ese momento de anhelo de la protagonista lo inmortalizó la ilustradora María Magaña (@mariamagania) en la portada del libro.
«Ese miedo a perder el recuerdo de su mamá se traduce en la música y en las cosas que ella vivía cuando era niña en los 90».
La escritora refirió que Romina va teniendo que aceptar el presente, porque el tiempo la alcanza.
«Aunque ella quiera seguir estando en el pasado y acordándose de la vida tan chida que tuvo con su madre, también tiene que admitir que no la conoció tanto, que muchas de las historia que tiene de ella son las que le cuenta otra gente, pero no quiere decir que así fuera».
«Ella tiene que empezar a hacerse responsable de muchas cosas, desde pequeños trámites burocráticos, hasta la manera en que tiene que avanzar y superar lo que ha sucedido».
Abril Posas cuenta que la idea de la historia nació en 2013, pero no fue hasta que tomó un taller de novela corta con Juan Pablo Villalobos, hace tres años, cuando tomó la forma que buscaba.
Esto no es una canción de amor vio la luz en 2020 y se puede adquirir en la librería de la Editorial de Paraíso Perdido.
También se puede comprar en Impronta, en Guadalajara; en la Ciudad de México se encuentra en Casa Tomada, U-Tópicas y Caféleería; en Veracruz, en Mar Adentro; en Aguascalientes, La librería de los escritores; en Chiapas, La cosecha; en Puebla, está en Profética, y en Morelia se consigue en la librería Traspatio.