Afecta aislamiento calidad de vida de estudiantes

Investigación del CUSur revela que los jóvenes manifiestan estrés, miedo y ansiedad

2674
Fotografía: Cortesía

El confinamiento por la pandemia del COVID-19 ha afectado a la calidad de vida de los estudiantes del Centro Universitario del Sur (CUSur), de la Universidad de Guadalajara (UdeG), y esto se refleja en aspectos psicológicos con manifestaciones de estrés, ansiedad y tristeza.

Estos datos son resultado de la segunda etapa de una investigación cuyo objetivo es evaluar la calidad de vida y los comportamientos de riesgo en la salud de cerca de 800 estudiantes universitarios, según lo expresó Carlos Hidalgo Rasmussen, del Centro de Investigación en Riesgos y Calidad de Vida del CUSur.

Aclaró que, en materia de investigación, la calidad de vida es la percepción que una persona tiene de diferentes áreas de su vida, y es diferente cómo se cataloga entre los adultos, los jóvenes y los niños, por lo que depende de la etapa en la que se encuentre cada persona.

“En la etapa universitaria, tiene que ver con el contacto con los otros, con la pareja y la escuela. En este momento de la investigación se refleja que tuvieron impactos importantes en su calidad de vida; las áreas más afectadas son su relación con la escuela, para esa edad la universidad es fundamental. Otra fue la parte psicológica, tuvieron más estrés y ansiedad”, informó.

Explicó que este proyecto tiene un diseño con elementos cuantitativos y cualitativos que consisten en las preguntas que contestan los estudiantes en el sentido de qué tanto han cambiado algunos aspectos de su vida.

En esta etapa suele ser muy importante la universidad, porque es el momento en el que están entrando; suelen ser importantes las personas de su misma edad, cómo se sienten económicamente, cómo están sus emociones y cómo sienten su cuerpo. El cuestionario que aplicamos tiene que ver con la satisfacción, les preguntamos qué tan restringidos se sentían en esta situación”, expresó.

Los resultados evidencian que 50 por ciento de la población encuestada dijo que se sentía demasiado restringido, 30 por ciento medianamente restringido y 20 por ciento poco restringido.

Del grupo que se sentía más restringido, reportan haberse sentido más ansiosos, estresados, tristes, pero estos factores normalmente están relacionados con la cuestión económica o lo que les está sucediendo en la escuela. Leímos relatos de la experiencia que estaban teniendo con los cursos en línea, muy crítico respecto a los profesores; consideran que es muy deficiente la educación que recibieron, les parece que de ninguna manera se comparaba con la experiencia presencial. Hablan de la experiencia de no ver a sus amigos, de no poder salir”, señaló.

Otro de los aspectos que señalaron era el tiempo que pasaban frente a la computadora, que les afectaba las condiciones de sueño. Uno de los aspectos favorables de este grupo es que la convivencia con la familia fue calificada como buena, ya que están más entusiasmados de poder platicar, convivir, y la familia es fundamental para que ellos logren el equilibrio.

“En el grupo que se sintió un poco restringido, la gente reporta no tener cambios, no ha representado mayor problema; reportan cosas positivas, están haciendo más ejercicio, tienen más tiempo para ellos. Aunque refieren aspectos positivos, no quiere decir que no hay cosas negativas como los problemas con la escuela, pero hacen énfasis en lo positivo”, advirtió Hidalgo Rasmussen.

Ante este panorama, y en materia académica, dijo que es importante que los maestros se replanteen la experiencia que quieren dejar en los estudiantes en el próximo semestre para que sea una experiencia distinta, creada a partir de un paradigma diferente.

“Como universidad, lo que nos toca es seguir pensando, como se está haciendo en muchos foros, y plantear un semestre más interesante, más atractivo. Que a los profesores que han sido más tradicionales en su enseñanza, las coordinaciones les ayuden a superar esta dificultad para manejar de mejor manera las tecnologías, para hacer una experiencia positiva”, indicó.

La primera etapa del estudio se aplicó a principios de año, durante los cursos de inducción; la segunda en el mes de mayo y la última parte se pretende realizar a finales del próximo semestre o el próximo año, una vez que la situación esté normalizada.

Artículo anteriorPromueve CUCosta proyectos ecológicos en Puerto Vallarta
Artículo siguienteLas dinámicas rurales y urbanas en la Carta Económica Regional