Avanza agenda universitaria
de género
No hay vuelta atrás en la erradicación de las violencias de género en la UdeG y, a un año de la aplicación del Protocolo promovido por la Unidad de Igualdad, los resultados y aprendizajes dejan claro en cuáles áreas se tiene que mejorar
La Universidad de Guadalajara ha consolidado una red de primeros contactos conformada por 110 personas fuertemente capacitadas en todas sus dependencias y planteles para garantizar la atención a las mujeres víctimas de algún tipo de violencia y derivar sus denuncias a las instancias correspondientes.
Erika Loyo Beristáin, titular de la Unidad para la Igualdad, de esta Casa de Estudio, afirmó que esto permite que la gran mayoría de la Red Universitaria esté cubierta en la recepción, atención, el seguimiento y la resolución de los casos que surgen entre las universitarias y que forma parte del Protocolo para la Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de la Violencia de Género implementada en 2022.
A propósito de la conmemoración del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, la universitaria detalló que otro de los avances de la UdeG en la agenda de género es la conformación de modelo reeducación en el que la organización Gendes capacitó durante seis meses a un grupo de hombres universitarios acerca de nuevas masculinidades.
Este grupo conformó una red dividida en tres grupos que ofrecen medidas reeducativas a los estudiantes, administrativos y académicos que sean derivados por una sanción recibida tras algún tipo de agresión realizada contra mujeres.
“Esto es muy importante porque ya están activos tres grupos en este momento y han ido avanzando, es vital también señalar que si bien no somos la única universidad con un modelo educativo, pues sí somos quienes ya lo estamos ejecutando y llevando a cabo a través de pensarlo en función de las medidas de sanción”.
Precisó que de manera paralela trabajan en el diseño de un modelo de masculinidades positivas que empezará a operar en mayo con toda la Red Universitaria para capacitar a los hombres en la identificación de las violencias que ejercen y su prevención.
“Destacar que también pues se encuentra todo el andamiaje de capacitaciones, formaciones, sensibilizaciones que lleva a cabo toda la red universitaria, es muy importante porque hemos abarcado procesos formativos, de capacitación y deconstrucción a más de 14 mil personas de la red en diferentes espacios”, informó.
Dio a conocer que están en proceso de pilotaje un instrumento de medición del riesgo, una guía de sanciones, una plataforma virtual de capacitación para las Comisiones de sanciones y responsabilidades de cada plantel y de la Administración General que permitirán eficientar el proceso de medidas cautelares y sanción de todos los casos.
A casi un año de que el protocolo haya sido implementado hay un ejercicio constante de revisión de sus fallas y posibilidades de mejora de manera que el siguiente año será sometido a rediseño para adecuado a las necesidades y aprendizaje obtenidas en este tiempo en cuanto a la atención y sanción de los casos y las instancias implicadas en ello.
Loyo Beristáin aceptó que es importante mejorar el flujo de comunicación en el proceso de atención y sanción, pues en ocasiones no existe la comunicación entre los primeros contactos y las comisiones de responsabilidades de los planteles y no se sabe en qué etapa procesal van los casos.
“Eso genera un silencio que es abrumador para las víctimas y que además abona a la sensación de indefensión, el hecho de que no sepan en qué etapa va su caso, si se sienten bien con las medidas cautelares, es algo que debemos mejorar muchísimo y estamos trabajando en un diseño de comunicación que nos permita llenar esos vacíos”, indicó.
Recalcó que es importante fortalecer la cultura de la denuncia, pues hay víctimas que, aunque llenan los formatos de denuncia, no se animan a seguir con el proceso.
“Estamos identificando, por qué razones no se animan a seguir con el proceso formal de la denuncia porque hay 500 atenciones de casos que se quedan inconclusas, por voluntad de las víctimas y tendríamos que identificar por qué no no lo siguen, trabajar en esas razones, eso nos lleva también a generar confianza en que los procesos sí llevan un curso que las atenciones son las indicadas, que las sanciones, ahí están, y que podemos fortalecer todo el procedimiento”, concluyó.
Sin embargo, a un año de la puesta en marcha del Protocolo para la Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de la Violencia de Género en la Universidad de Guadalajara (UdeG) se han aplicado 36 suspensiones a estudiantes y trabajadores, que van desde días y hasta de 3 a 8 meses; nueve trabajadores ya no están en funciones o fueron separados del cargo; se realizaron 73 apercibimientos y se aplicaron 59 medidas reeducativas entre el alumnado y personal universitario.
Dijo que 46.21 por ciento de las víctimas tienen una edad entre 14 a 17 años; le sigue el rango de edad de 18 a 21 años, con 22.91 por ciento y de 44 a 63 años o más es el rango de edad donde se presenta el menor número de denuncias.
En cuanto al tipo de violencia, Loyo Beristáin explicó que el que más se presenta es la psicológica con 78.25 por ciento, seguida de la sexual con 33 por ciento, violencia digital con 24.66 por ciento y violencia física con 15.92 por ciento.
Reiteró que no hay vuelta atrás en la erradicación de las violencias de género en la UdeG, este primer año de aplicación del protocolo se han ha arrojado estos primeros resultados, pero también aprendizajes que dejan claro en cuáles áreas se tiene que mejorar al interior de la universidad para que las estudiantes, las profesoras y las trabajadoras sientan la confianza de denunciar, sabiendo que serán escuchadas, comprendidas y, sobre todo, que se tomarán acciones ante las conductas de abuso que reportan.
“Más allá de la sanción, lo que nos interesa es lograr un cambio de cultura. Estamos conscientes de que cambios de esta profundidad requieren de tiempo, pero estamos convencidas de que con el modelo reeducativo que se está implementado lograremos el objetivo”, expresó Loyo Beristáin.
