Es pianista clásica y ha vivido en varias partes del mundo. Aunque nació en Rusia, llegó a Guadalajara cuando tenía 13 años, “aquí hice mis estudios hasta el bachillerato”. Orgullosa afirma tener un carácter “muy de mexicana”; sin embargo, desde el 2000 vivió en el Viejo Continente, sobre todo en Italia y Holanda, donde continuó sus estudios musicales y brindó conciertos. Acaba de regresar y ahora dice, entre abiertas risas, ser “una persona fushion”. En el Paraninfo Enrique Díaz de León, la semana pasada deleitó al público tapatío (en compañía del violinista Konstantin Ziumbilov), con un recital de música francesa.
Emoción y fidelidad
Es indudable que la personalidad del músico ejecutante hace que cambie la forma de interpretar una pieza, aunque las obras ya estén bien definidas por el compositor; pero influye la manera de ser de cada músico, y es allí donde se pueden admirar las distintas formas de tocar a Brahams, por ejemplo. Algo fundamental en la música es que es muy personal, y no es que se sea infiel al autor cuando se interpreta, sino que cada uno le imprime su personalidad y modo de ser y de percibir el mundo y las obras musicales.
Músicos tapatíos
Desde que llegué a la ciudad conocí la música de Higinio Ruvalcaba y sus aportaciones me han enriquecido como músico y como persona.
Familia musical
Comencé a estudiar piano con mi madre a los siete años, ella es pianista y directora de coros y mi padre es violinista (Vladimir y Larisa Milchtein), aunque también asistí a clases en la Escuela de Música, para mí siempre ha sido una fortuna tener a la maestra en casa.
Guadalajara
El país donde vives influye mucho en tu manera de tocar, porque aporta en tu carácter la cultura, las tradiciones y la manera de vivir y de ser de la gente. Guadalajara ha modificado mi manera de pensar y de vivir las cosas cotidianas y como músico. Algunas personas me han dicho que tengo algunas constumbres muy tapatías y eso lo sabes porque la gente que conoce a la gente de aquí lo identifica de inmediato cuando habla contigo…
Vivir y viajar
Cuando conoces otros países y otras sociedades, te hace tener un criterio más amplio y profundo de las cosas. He viajado y convivido con mucha gente, pero siempre regreso a Guadalajara. Me gusta irme, de pronto, y luego regresar. Ahora que retorné a la ciudad, después de varios años, he tenido muchas invitaciones a proyectos que me han tenido ocupada, pero no sé por cuánto tiempo me quedaré. Para un músico es importante conocer otros lugares, eso te abre el espectro y los sentidos para tu trabajo. Pero se puede uno también desarrollar aquí como músico, pues yo encuentro a muy buenos maestros.
Segunda casa
Aunque no nací aquí, sí me formé en Guadalajara, y Jalisco es mi segunda casa. Los tapatíos son muy especiales, la sociedad es distinta y poco abierta, muy tradicionalista. Cuando has vivido en otras partes del mundo, al regresar de inmediado percibes el cambio y la manera de ser de la gente. Yo me siento bien aquí, pero encuentro a las personas a veces un poco cerradas.