Las elecciones estatales del próximo 5 de junio podrían significar la alternancia en el poder, un avance del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y una eventual pérdida de espacios de gobierno del Partido Acción Nacional (PAN), afirmó el doctor Orestes Enrique Díaz Rodríguez, profesor e investigador del Departamento de Estudios Políticos, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la UdeG.
“En los seis estados donde se van a producir elecciones la aprobación de los gobernadores tiende a ser baja. La inferencia es que hay perspectivas de alternancia en el poder en todos los estados. El PAN encabeza el gobierno en cuatro de seis estados y podría ser el gran perdedor de los comicios estatales. Esta elección versa sobre la capacidad de esa organización y su coalición para retener las entidades que aún gobierna ante el avance de Morena, rumbo a las presidenciales de 2024”, expresó en conferencia de prensa.
Añadió que en los próximos comicios de los estados de Aguascalientes, Durango, Oaxaca, Tamaulipas, Hidalgo y Quintana Roo hay una oportunidad para que Morena se consolide como la fuerza política indiscutida en estas entidades federativas, debido a que hay perspectivas de alternancia, en unos casos moderada y en otros alta.
El especialista dio a conocer un estudio en el que revisó el comportamiento histórico entre 1998 y 2021 de 56 procesos electorales estatales, y que arroja que la aprobación alta o baja del gobernador es un factor que anticipa el éxito o derrota del oficialismo en 70 por ciento de los casos.
De acuerdo con la estadística y los casos estudiados por el académico, la aprobación baja de un gobernante puede predecir una alternancia en las entidades hasta en 88 por ciento de los casos; sin embargo, esto no significa lo mismo cuando la aprobación es alta para el gobernador, pues no es un predictor relevante para que el partido en el poder continúe.
Es decir, en las elecciones que estuvieron precedidas por alta aprobación del gobernador, el partido en el poder tuvo las mismas posibilidades de continuar gobernando o de perder las elecciones.
En Aguascalientes, el gobernador Martín Orozco Sandoval, del PAN, tiene niveles de aprobación de 46 por ciento y de desaprobación de 47 por ciento; en Oaxaca, el mandatario Alejandro Murat, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), tiene 46 por ciento tanto de aprobación como de desaprobación; en Quintana Roo, el gobernador Carlos Joaquín González, de la alianza PAN y del Partido de la Revolución Democrática (PRD), tiene niveles de rechazo de 49 por ciento y de aceptación de 46 por ciento.
Los casos de los gobernadores del PAN, Francisco Cabeza de Vaca, en Tamaulipas y José Rosas Aispuro, de Durango, son los que más niveles de rechazo tienen con 53 por ciento cada uno, contra 37 y 45 por ciento de aprobación, respectivamente; en Hidalgo, el gobernador Omar Fayad tiene 47 de desaprobación y 46 por ciento de aceptación, aunque en esta entidad no se ha producido alternancia.
El doctor Armando Zacarías Castillo, Jefe del Departamento de Estudios Políticos del CUCSH, dijo que luego de su constitución y de ganar la presidencia de la república, Morena no ha tenido tiempo de consolidar su estructura y mecanismos como partido político; sin embargo, sí hay un reconocimiento de los ciudadanos de diferentes partes del país hacia este partido y un eventual acercamiento a lo que representa.
Al mismo tiempo, Morena no ha tenido la capacidad para el mantenimiento de las estructuras partidistas y de poder que sí tienen los partidos de oposición, lo que puede incidir en el momento en que las personas salen a emitir su voto y, eventualmente, en una reforma electoral, recalcó.
“Lo que estamos viendo es una gran efervescencia dentro de las estructuras políticas que no logran que sus mayorías sean contundentes y definitivas, mientras que la oposición sigue manteniendo ciertos espacios de negociación. Una reforma electoral tiene un efecto sobre una comunidad política determinada, pero también hay una reacción distinta de la ciudadanía que está votando por las nuevas ofertas políticas y que es interesante en términos de las posibilidades de alternancia en los seis estados, que son altas. Esto tiene que ver con las estructuras políticas que rigen en algunas entidades que no habían tenido cambios y que ahora hay una oferta política representada por Morena”, explicó.