Ante la erosión de la democracia por regímenes autocráticos a través de procesos electorales, académicos del continente americano analizan cómo los sistemas autoritarios socavan las libertades, la justicia social, contrapesos y controles que hacen posible el sistema de igualdad, en el XI Congreso Internacional de Ciencia Política, que ayer fue inaugurado en el Auditorio Salvador Allende del Campus Universitario La Normal de la Universidad de Guadalajara.
El Congreso, a realizarse del 24 al 27 de octubre con el tema “Erosión de la democracia y la autocratización», es organizado por la Asociación Mexicana de Ciencia Política (AMECIP) en coordinación con el Campus Universitario La Normal, y cuenta con la colaboración del ITESO, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, el Instituto Nacional Electoral, el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Jalisco, la Oficina de Convenciones y Visitantes de Guadalajara, El Colegio de jalisco y la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de México.
El Vicerrector de la UdeG, Héctor Raúl Solis Gadea, llamó a poner la atención en la realidad de muchas democracias y sistemas políticos en el mundo que abandonaron la democracia.
«Las observaciones y datos del Índice de la Democracia Global del Economist no dejan lugar a dudas en cuanto al número de países que han dejado de ser democracias consolidadas y que están en la categoría de regímenes híbridos o claramente autoritarios«, dijo el Vicerrector de la UdeG.
Ante la ineficacia e indiferencia de las demandas ciudadanas y de las instituciones, la Directora de la AMECIP Jalisco, Melissa Amezcua Yepiz, destacó la cultura política más reactiva y menos empática.
«Somos testigos de la emergencia de una cultura política más reactiva y menos conducente a la empatía y el diálogo, todo esto en un contexto global de hipercapitalismo y de profundización de las desigualdades y la acelerada degradación de nuestro medio ambiente», dijo Amezcua Yepiz.
Por su parte, la Consejera Presidenta del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) Jalisco, Paula Ramírez Höhne, dijo que el Congreso busca analizar las consecuencias de las autocracias que terminan socavando contrapesos, controles, pluralidad, derechos y libertades de la práctica de la democracia.
«Nos invita a reflexionar en el contexto en el que se desarrolla la vida democrática actual y los desafíos que enfrentamos ante el surgimiento de nuevas formas de autocratización y liderazgos autoritarios que buscan socavar los atributos de las democracias», destacó la consejera.
El Presidente de la Asociación Mexicana de Ciencias Políticas (AMECIP), Jesús Tovar Mendoza, inauguró el XI Congreso que convoca a más 600 politólogos de 32 entidades de México y de 14 países del mundo.
La polarización constitucional en Estados Unidos
El catedrático de la Georgetown University, Josep M. Colomer, brindó la conferencia magistral «La polarización constitucional en Estados Unidos (y su influencia en América Latina)».
Reseñó las contradicciones de la emergente nación norteamericana en el siglo XVIII a través del diario de debates del Congreso en Filadelfia que rechazaba un régimen democrático.
«No estaban a favor de la democracia, incluso estaban en contra: era peligrosa. Lo que proponían era una república sin rey, necesitaban un gobierno fuerte y firme, un monarca elegido como jefe del ejecutivo, de fuerzas armadas y con poder de veto», explicó el profesor Colomer.
La Constitución de Estados Unidos sirvió de referencia para la construcción de la Constitución mexicana.
En Estados Unidos la separación de poderes y el protagonismo político a través de dos partidos causó conflictos que persisten en esa democracia en la actualidad.
«Es la combinación perfecta para la parálisis y la polarización, una receta para las parálisis en el congreso«, dijo el conferencista magistral.
Concluyó que un ejemplo retomado por las democracias latinoaméricanas fue la intención presidencialista.
«Esta tendencia que lo arregla todo, y que tiene eco en América Latina, que es la concentración de poder, pero no un poder democrático, sino más bien arbitrario y menos eficiente«, enfatizó.