El surgimiento de nuevas tecnologías, potenciadas por la inteligencia artificial y sus algoritmos, así como el papel de las universidades de cómo asumir estas herramientas que han llegado para transformar la forma de enseñar y gestionar el conocimiento, fueron los temas centrales que abordaron diversos especialistas, durante la charla Las universidades en tiempos de ChatGPT, organizada por la Coordinación General Académica y de Innovación (CGAI), de la Universidad de Guadalajara (UdeG), en las instalaciones del CUCEA.
Edgar Ruvalcaba Gómez, profesor investigador de la UdeG, explicó que la inteligencia artificial busca imitar el comportamiento y la forma de pensar del ser humano y el ChatGTP lo hace muy bien, ya que es una inteligencia artificial muy sofisticada que cuenta con cuatro veces más información que la biblioteca más grande del mundo.
“Un riesgo es el potencial de difundir información errónea. Las universidades están en el dilema de prohibirlo, incentivarlo y el cómo nos tenemos que adaptar, porque sin duda no será la primera innovación que vamos a enfrentar, nos va tocar ver más innovaciones de este tipo y no podemos estar renuentes y estar prohibiendo todas las innovaciones, sino ver cómo las adaptamos mejor para desarrollar la educación”, señaló.
Dijo que el uso de está tecnología puede ser positivo o negativo y en la enseñanza así será, ya que lo que se haga con esta tecnología puede hacer que se potencialice lo aprendido y se desarrollen más capacidades o disminuir las habilidades.
“Uno de los grandes retos es el tema legal, normar, ver qué queremos como sociedad, hacia dónde ir y poner límites a las empresas. Mi recomendación es utilícenlo para formarse académicamente, con ética y para potenciar sus conocimientos, además de que necesitan desarrollar habilidades de inteligencia artificial para los trabajos que van a enfrentar en 5 o 10 años”, precisó.
El Coordinador de Desarrollo Académico, Rubén García Sánchez compartió que en materia de docencia las prácticas tradicionales se están viendo amenazadas al igual que ciertas condiciones de comodidad que se venían teniendo para seguir realizando las cosas de esa manera.
“La inteligencia artificial se utiliza en muchos ámbitos: medicina, industria, transporte; pero por qué nos asusta tanto y nos generó tanta excitación el chat. Primero porque produce textos con sentido en una interfaz mucho más sencilla y se vuelve una herramienta que al ser tan accesible se vuelve la amenaza, cuando puede ser útil aún con todos sus fallos”, dijo.
El académico añadió que si se empieza a generar trabajo en donde no solo se acuda al aula para escuchar al profesor, sino que se empiece a construir una serie de dinámicas distintas, la inteligencia artificial se volverá una herramienta indispensable para profesores y alumnos y si se transforma lo que se hace en el aula, el chat no es una amenaza, es una oportunidad.
Monserrat Fierro Villa, Consultora de Investigación en Temple y Northwestern, explicó que existen dos tipos de personas, las tecnofilas y las tecnofobas y hoy se habla de un chat que lo único que hace es generar contenido y la tecnología va mucho más allá de crear contenido.
“En la educación es igual, estamos profesores que estamos en pro de utilizar tecnología y existen profesores en contra de su uso, desde mi punto de vista es que sí se utilicen. Nos acercan a la información en segundos y están democratizando el acceso a ésta. Vamos a crear pensamiento más crítico porque ya todos tienen acceso a la información”, apuntó.
Melchor Sánchez Mendiola, Coordinador de Universidad Abierta, Innovación Educativa y Educación a Distancia de la Universidad Nacional Autónoma de México, comentó que la inteligencia artificial está cambiando al mundo y esto es una probadita de lo que viene, pero todavía falta mucho por encontrar.
“En solo 5 días el chat registró a más de un millón de usuarios, el concepto más importante es que es un modelo de lenguaje que recoge, incorpora información de fuentes, de listas de ideas”, señaló.
Puntualizó que parte del escándalo que se ha hecho con esto es que continúa una enorme brecha de literacidad digital en todo el planeta y dentro de esta literacidad está la inteligencia artificial y el término de aprendizaje profundo es tan importante que debe formar parte transversal de los currículos y programas de estudio.
“Esta parte de integrarlo en el proceso va a ser fascinante, es importantísimo reconocer que se ha metido en nuestras vidas y estamos en manos de las grandes empresas. Los invito a que lo exploren, a usarlo tanto para estudiantes como para profesores y que las instituciones establezcan las políticas internas para que esto tenga un razonable uso en términos de las evaluaciones formativas. Hay miles de recomendaciones para usarlos siguiendo principios pedagógicos sólidos”, comentó.
Carlos Iván Moreno Arellano, Coordinador General Académico y de Innovación de la UdeG, quien moderó la charla, dijo que es importante no olvidarse del pensamiento crítico.
“Yo sí tengo bastante preocupación de que son 10 empresas de Estados Unidos y China las que controlan el 80 por ciento de la inteligencia artificial en el planeta y no tienen que ver con procesos democráticos, de toma de decisiones y ya lo han alertado muchos autores. No hay ningún tipo de regulación pública de control sobre este tema, es totalmente privado, de intereses privados, corporativos no hay que tenerle miedo, pero es importante el pensamiento crítico, de pugnar por una regulación pública, democrática, más abierta de los alcances de este tipo de herramientas que se vuelven indispensables”, indicó.
El Rector del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), Luis Gustavo Gustavo Padilla Montes, destacó la importancia de las universidades en un contexto global y las implicaciones que tiene esta tecnología en el aprendizaje.
“Se viven cambios acelerados y el conocimiento tiene un rol para democratizar y propiciar el desarrollo y las universidades no pueden estar ajenas. Si vemos a los países más desarrollados en tecnología, ésta se convirtió en un instrumento para igualar, movilizar recursos y para generar bienestar entre las personas. En el fondo la tecnología es un conjunto de bits y hay que tener cuidado con ella porque también puede jugar en contra de la sociedad”, dijo