La atleta universitaria Andrea Maya Becerra se prepara para encarar un 2023 lleno de retos y competencias deportivas, donde buscará mantenerse entre las mejores de su disciplina: tiro con arco.
Luego de un 2022 con diferentes retos, donde vino de menos a más, la deja satisfecha la forma en que pudo cerrar la temporada, lo que la ubica en una mejor posición para este año, por lo que su meta es seguir subiendo su rendimiento y así las medallas se seguirán dando.
“Viene un año cargado para nosotros, tenemos muchas competencias fundamentales, en febrero empezamos la temporada en un evento en Las Vegas, después regresamos a México para buscar nuestra clasificación al mundial de mayores, Juegos Panamericanos, Juegos Centroamericanos y del Caribe y este año tenemos un compromiso importante que es la Universiada Mundial, que sería mi segunda y mi última. Tengo muchas ganas de estar ahí, viene la final de Copa del mundo, que es aquí, será divertido y lleno de retos el año”.
En cuanto a su estado mental, dice estar tranquila y preparada, y mucho ha influido el haber estado entrenando más tiempo en Guadalajara, además de que físicamente se siente cada vez mejor.
“Creo que mi meta es superar lo que se hizo el año pasado. Me gustaría regresar con la medalla del mundial individual, tanto en el mundial de mayores como en la Universiada, sería increíble el bicampeonato en esa competencia, ya que por la pandemia sólo tuve la oportunidad de ir a una Universiada y me gustaría cerrar con ese título”.
La estudiante del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), compartió que en la edición anterior de la Universiada Mundial, en 2019, su campeonato fue una sorpresa para ella, para la universidad y sus contrincantes y para este año llega mucho más preparada y con los objetivos bien claros.
“En esa ocasión no tenía ninguna expectativa de la competencia que se convirtió en la más importante que he tenido y que he disfrutado, y que me abrió el camino a todo lo que vino después, fue un parteaguas en mi carrera. Ahora todo eso ha cambiado y me siento mucho más capaz, con más seguridad y me siento parte de ese grupo de mujeres que puede estar en las finales, cosa que no sentía en el 2019”.
Explicó que el hecho de vivir su último año representado a la Universidad de Guadalajara la tiene algo triste, pero a la vez contenta porque vendrán cosas importantes y agradeció el apoyo recibido por esta Casa de Estudios.