Actriz, guionista, mujer, indígena y lesbiana. Ángeles Cruz, como muchas personas en México, lucha por diversas causas para defender sus derechos humanos. Y debido a que su trabajo se ha enfocado a visibilizar las historias de la diversidad sexual y los pueblos originarios, recibió el Premio Maguey Activista.
“Sigue habiendo una brecha terrible entre salir a la gran ciudad y vivir la diversidad y hacerlo desde nuestras comunidades indígenas. Es un camino que se sigue marcando y falta mucho por hacer. Hay políticas públicas que tratan de atender estas brechas, pero como los muchos méxicos que somos, falta mucho camino y tenemos la obligación de ir limpiando de prejuicios y violencias, y seguir visibilizando a través del cine”, comentó la artista.
Ella es originaria de la localidad de Villa Guadalupe Victoria, en San Miguel el Grande, Oaxaca, donde actualmente sus habitantes sufren el desplazamiento forzado, dijo.
Entre sus trabajos destacan películas como Finlandia (2021), con historias muxes y el documental La mujer de las estrellas y las montañas (2023), sobre Rita, una indígena rarámuri que viaja a Kansas, donde es internada en un hospital psiquiátrico.
Su ópera prima es la película Nudo mixteco (2021), que le valió el Premio Ariel, misma que aborda historias de la sexualidad de mujeres de esa etnia. “Lo que nos resta es pensar que una sociedad diversa y abierta, nos enriquece a todas las personas”, añadió Cruz.
“Desde las comunidades indígenas está la falta de acceso a la información, la falta de muchas cosas, la falta de comida; esto hace pensar que hay otras prioridades. Entonces, hay que seguir abriendo la puerta y una vez abierta, poner el pie para que todo mudo pueda entrar y todo el mundo quepa”, declaró.
Un Premio Maguey que se ha transformado
La sección del FICG que busca visibilizar historias sobre personas que viven disidencias sexogenéricas, el Premio Maguey, cumple 13 años, y su director, Pavel Cortés, dijo que son 16 películas las que compiten este año, además de proyectarse dos cortometrajes hechos en Jalisco: el documental Corazón de centinela y el de ficción Púrpura neón, ambos hechos por talentos de la Universidad de Guadalajara.
“Antes, la cinematografía queer estaba marcada por un discurso enfocado principalmente en la sexualidad masculina y desde una visión trágica. Lo que hemos visto en estos 13 años es una evolución maravillosa del discurso, donde el criterio de selección ha sido dejar de lado cualquier película que condene a los personajes a la marginalidad y, por otro lado, generar nuevas representaciones”, externó.
El Presidente del FICG, Guillermo Gómez Mata, reconoció estos 13 años de trabajo. “No es sencillo ser un premio que se ha consolidado de una forma impresionante para el bien del festival. Nos llena de orgullo el Premio Maguey”, dijo.
“Defender lo más vulnerable debería ser nuestra misión en toda la vida. El Premio Maguey hace que las personas vulneradas se diriman en una sociedad violenta”, indicó la Directora del FICG, Estrella Araiza.
Además de las proyecciones de los filmes, el Premio Maguey incluye también la muestra de las “Emme” en Cineteca FIGC, que este año fue intervenida por el artista tapatío Raúl Rebolledo.